ANSA/AP
Kiev
Cerca de 280 camiones del controvertido convoy de ayuda humanitaria que envió el Kremlin cruzaron ayer la frontera con Ucrania con destino a Lugansk, bastión rebelde en el este del país, generando un nuevo pico de máxima tensión en Europa oriental. La OTAN, Estados Unidos y Kiev criticaron con dureza al presidente ruso, Vladimir Putin, por “violar” la soberanía de Ucrania.
Los rodados enviados por Moscú ingresaron sin esperar el visto bueno del gobierno de Petro Poroshenko ni de la Cruz Roja Internacional, y desató la protesta por presunta invasión del territorio.
Esa acción es considerada por muchos observadores como un duro giro de timón de Rusia, que obvió los acuerdos previos con Kiev y la Cruz Roja Internacional, cuyos operadores iban a acompañar al convoy y después ocuparse de la distribución de la ayuda. Los camiones están custodiados por milicianos prorrusos, que habrían recibido armas enviadas por el Kremlin, según Occidente. De hecho, el temor de Ucrania es que el convoy humanitario sea un caballo de Troya para que Rusia intervenga militarmente en aquel país. Otra de las preocupaciones es que los camiones transporten más armamento y pertrechos militares para los filorrusos que combaten contra el ejército ucraniano.
“Condenamos la incursión del convoy ruso, que es una violación de la soberanía de Ucrania”, aseveró ayer el gobierno de Estados Unidos. “Estamos profundamente preocupados”, dijo el consejero de Seguridad de la Casa Blanca, Ben Rhodes, quien exigió que Moscú retire “inmediatamente” los camiones. Además, la administración de Barack Obama amenazó a Rusia con nuevas sanciones económicas.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, afirmó, por su parte, que la Alianza Atlántica observó “desde mediados de agosto” la transferencia de grandes cantidades de armas, tanques, artillería y vehículos blindados a las milicias prorrusas. Ese material estaría siendo empleado contra los militares leales a Kiev.
La columna rusa de 280 camiones transporta ayuda, según Moscú, para el pueblo de Lugansk. Había sido detenida en la frontera durante aproximadamente una semana. Pero ayer, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú anunció la partida del convoy y se quejaron por las demoras que impuso el gobierno ucraniano