Estados Unidos y Rusia podrían estar al borde de una nueva carrera armamentística en Europa, como la crisis de los euromisiles que sacudió al Viejo Continente en los últimos años de la URSS.
Según el The New York Times, que cita fuentes estadounidenses bajo anonimato, Rusia ha comenzado a desplegar en su territorio misiles de crucero de alcance intermedio susceptibles de llegar a Europa occidental.
El gobierno norteamericano no confirmó oficialmente este despliegue pero, desde hace varios años, no deja de denunciar el hecho de que Moscú pretende dotarse de tales artefactos.
Para Estados Unidos, es una violación de un tratado histórico negociado por Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, a mediados de los 80, que prohibió esos misiles de alcance intermedio en los arsenales estadounidenses y rusos, y permitió eliminar 2.700 de ellos.
La OTAN “se defenderá si Rusia decide actuar contrariamente a la ley internacional”, dijo el secretario de Defensa estadounidense, James Mattis.
Moscú acusa igualmente a Estados Unidos de violar el tratado, por los sistemas de defensa que desplegó en Polonia y Rumania.
Tratado. El tratado sobre las Fuerzas Nucleares Intermedias (FNI) firmado en 1987 puso fin definitivamente a la crisis de los euromisiles, una minicarrera armamentística provocada por el despliegue por parte de la Unión Soviética de misiles nucleares SS-20 dirigidos a las capitales de Europa occidental.
La OTAN, alianza atlántica, replicó entonces con el despliegue de misiles nucleares estadounidenses Pershing, lo que provocó manifestaciones pacifistas gigantescas y debates en la opinión pública europea alrededor del eslogan de los pacifistas alemanes “antes rojos que muertos”.
Para muchos expertos y responsables estadounidenses, Vladimir Putin está haciendo con los nuevos misiles el mismo cálculo que la Unión Soviética de los años 70.
Las opiniones europeas rechazarán ver a Estados Unidos desplegar nuevos misiles en Europa para restablecer el equilibrio, creando así una fractura en el seno de la OTAN.
Mientras, en Estados Unidos los halcones ya están en pie de guerra para responder al despliegue de los misiles rusos, y no dudan en considerar el despliegue de nuevas armas nucleares en Europa.
“Tomo estas informaciones como una evidencia de que Estados Unidos debería aumentar sus fuerzas nucleares en Europa”, dijo el ultraconservador senador Tom Cotton.
Estados Unidos debe “asegurar que las fuerzas de disuasión nuclear de la OTAN son resilientes, bien entrenadas y cada vez más preparadas para combatir” contra las armas nucleares rusas, afirmó el presidente de la comisión de las fuerzas armadas del Senado, John McCain.