INTERNACIONAL
españa

Sánchez reiteró que no quiere que gobierne el PP

En la víspera del cierre de las campañas en Galicia y el País Vasco, el líder socialista volvió a dejar en claro su intención de tratar de convocar un congreso federal “exprés”. Rajoy espera tener mayoría en ambas regiones.

0925_sanchez_pp_afp_g
ALIANZAS. Pedro Sánchez afirmó que no se “doblegará” ante el pedido del presidente Rajoy y pidió ayuda a Iglesias. | AFP
Madrid

Al final de la campaña por las elecciones regionales de Galicia y el País Vasco, que paralizó en España las negociaciones para formar gobierno, el líder socialista Pedro Sánchez reiteró ayer su intención de tratar de liderar un gobierno alternativo al propuesto por Rajoy.
En un multitudinario acto en Barcelona, donde ratificó su rechazo a facilitar un gobierno encabezado por el conservador PP, Sánchez defendió su estrategia a futuro. La idea es convocar un congreso federal “exprés” en el PSOE para tratar de ser reelegido secretario general y despejar la lucha de poder que tiene lugar en el partido.
 “No nos vamos a doblegar y vamos a decir las veces que haga falta a la derecha del gobierno de Rajoy: ‘Tened clara una cosa. No es no’”, exclamó.

Regionales. La cita de hoy con las urnas de gallegos y vascos está destinada a renovar sus Parlamentos regionales. Las encuestas vaticinan un triunfo de partidos que actualmente gobiernan en ambas regiones: el PP en Galicia y el PNV (nacionalistas moderados) en el País Vasco. Las elecciones pueden tener influencia en la partida de ajedrez que se vive a nivel nacional en función de los resultados que se den, y por eso los líderes de los grandes partidos han participado en la campaña.
Mariano Rajoy suspira porque el PP tenga mayoría absoluta en Galicia frente a una eventual coalición de fuerzas de izquierda. Allí el PP tiene un feudo tradicional y ganó todas las elecciones desde los años 80, aunque con períodos de gobierno socialista gracias a pactos.

En el País Vasco, los socialistas no se ven reforzados en las encuestas, por lo que un bajón en ambas regiones disminuiría las posibilidades de Sánchez.
Estrategia nacional. Con 85 escaños de los 350 que tiene el Congreso de los Diputados de España a nivel nacional, el líder del PSOE necesita el apoyo de otros partidos para formar gobierno.

Si Podemos y Ciudadanos siguen vetándose mutuamente, como hasta ahora, tendría que recurrir a fuerzas independentistas, algo que buena parte de los dirigentes regionales del PSOE rechaza.
Por eso, Sánchez ofreció “generosidad” al partido izquierdista Podemos y al liberal Ciudadanos, a quienes pide su apoyo, y reclamó que abandonen sus “vetos cruzados” para buscar un Ejecutivo que garantice el “cambio”.

Independentistas. “Estamos contigo al cien por cien. Tienes nuestro apoyo”, le dijo el líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, uno de los pocos dirigentes del PSOE que se ha posicionado públicamente a favor de Sánchez en las últimas semanas.
La noticia provocó un terremoto en el PSOE, donde algunos de sus dirigentes regionales de peso se movilizaron para frenar sus planes.
Presidentes de regiones como Castilla La Mancha o Aragón se mostraron contrarios a mantener una disputa por el liderazgo del partido en medio de la inédita crisis política que vive España, con un Ejecutivo en funciones desde diciembre.

Antecedentes. El socialista Pedro Sánchez, en marzo, y el actual jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy (PP), hace tres semanas, fracasaron en sus intentos de ser elegidos al frente del gobierno por el Congreso de los Diputados. Rajoy se sometió a un primer intento de investidura que resultó fallido.
Los políticos españoles tienen hasta el 31 de octubre para que Felipe VI proponga un nuevo candidato. Pero antes, el rey ha optado por dar tiempo a los partidos para que intenten ponerse de acuerdo.

Rajoy reclama desde hace meses al PSOE que le permita gobernar mediante una abstención en la Cámara baja española, pero Pedro Sánchez se niega.
Si el 1º de noviembre no hay un presidente investido por el Congreso de los Diputados, los españoles se verán abocados a elecciones por tercera vez en un año que, se estima, serán en diciembre, antes de las fiestas.


Segunda elección sin la presencia de ETA

El País Vasco acude a las urnas este domingo tras una legislatura completa sin ETA: es la segunda vez que esta región, situada en el norte de España, celebra elecciones locales desde que el grupo terrorista anunció el 20 de octubre de 2011 el cese definitivo de la violencia.
En cinco años, el País Vasco ha cambiado y se ha convertido en una región próspera que trabaja para mejorar su convivencia.

Muchas personas antes amenazadas han recuperado la libertad y han empezado a vivir sin escolta, pero aún quedan rescoldos de esa tensión política y social: entre quienes no perdonan el daño causado por ETA y quienes reclaman pasos para superar lo que denominan el “conflicto vasco”.

En este lustro, ETA no se ha disuelto ni ha entregado las armas.
Tampoco el gobierno español ha accedido a sus demandas, como las relacionadas con la situación de los presos de la organización, unos 400, que siguen dispersos por cárceles de España y de Francia. La “izquierda aberzale” está representada a través del partido EH Bildu.