El presidente Donald Trump destacó la "relación especial" entre Estados Unidos y Gran Bretaña y su respaldo al Brexit tras recibir en Washington a la primer ministra británica Theresa May.
Durante una breve conferencia de prensa, ambos dirigentes se comprometieron a reforzar los lazos económicos bilaterales, aunque se mantuvieron evasivos sobre la fecha y las características de su futuro acuerdo comercial.
"Creo que vamos a entendernos muy bien", dijo Trump tras recibir personalmente a May, primer dirigente extranjera en visitarlo. El nuevo inquilino de la Casa Blanca comunicó de inmediato que aceptaba una invitación de la reina Isabel II para viajar este año al Reino Unido.
"Una de las cosas que tenemos en común es la voluntad de dar prioridad a los intereses de los trabajadores ordinarios", subrayó por su lado May.
Sorprendente fue la imagen de ambos gobernantes tomándose de la mano al marchar juntos por el jardín de la Casa Blanca.
En momentos de tensiones en las relaciones transatlánticas, la jefa del gobierno británico destacó el compromiso total de Trump con la OTAN.
Trump, que semanas atrás había calificado de "obsoleta" a la alianza atlántica, no formuló comentario alguno al respecto.
El mandatario republicano respaldó el Brexit afirmando que se trataba de "algo maravilloso" para el país europeo.
"Creo que cuando se lleve a cabo tendrán vuestra propia identidad y tendrán la gente que quieran en su país", le dijo a May. "Van a poder hacer acuerdos de libre comercio sin tener a nadie vigilando lo que hagan".
"Finalmente el Brexit será una enorme ventaja, no un enorme freno" para Gran Bretaña, consideró Trump.
Sanciones a Rusia y torturas. Trump y May se refirieron también a las sanciones aplicadas a Rusia. Es "muy pronto" para hablar de aliviarlas, dijo el presidente estadounidense, un día antes de una programada conversación telefónica con el presidente ruso Vladimir Putin.
May estimó, por su parte, que Putin debe cumplir con el acuerdo firmado en Minsk para poner fin a la intervención militar rusa en Ucrania. "Creemos que las sanciones deben continuar hasta que veamos que (Putin) aplique plenamente el acuerdo de Minsk", señaló.
Respecto a sus muy controvertidas declaraciones sobre el recurso a la tortura en la lucha contra el terrorismo, el magnate republicano dijo que dejará a su ministro de Defensa, James Mattis, la decisión al respecto.
El submarino (simulación de ahogamiento), un método de interrogatorio asimilado a la tortura a nivel internacional, ha sido practicado por la CIA en sus prisiones secretas bajo la presidencia de George W. Bush (2011-2009). Barack Obama (2009-2017) lo prohibió, pero Trump se dijo favorable a restablecerlo.