La tragedia de Arizona puso en el foco de la tormenta a Sarah Palin, la ex gobernadora de Alaska y candidata a vicepresidente en la última elección presidencial norteamericana del 2008.
La republicana, autora de frases fuertes, conocida por su simpatía por la caza y la vida silvestre, por su afición al hockey sobre hielo, madre de cinco hijos y ferviente enarboladora de los principios del Tea Party, pareciera haber entrado en una compleja crisis política, presa de sus palabras.
Palin quiso reaccionar rápidamente a los sucesos en Arizona, pero volvió a tropezar al querer mejorar su complicada imagen de mujer amante de las armas y las posturas extremas. A la ex gobernadora la habían asociado los medios norteamericanos inmediatamente luego del incidente en Arizona por haber confeccionado tiempo atrás una lista de “objetivos”.
Era una suerte de mapa del tiro al blanco publicado en su Facebook con los nombres de los diputados Demócratas que habían votado a favor de la reforma de salud de Obama. También las radios la critican por utilizar frases como “reload”, queriendo decir, recarguen sus armas ante la lucha contra los Demócratas.
En una grabación de ocho minutos realizada mientras Obama viajaba para Arizona, Palin denostó a todos sus enemigos, cargó contra la prensa y generó adicionalmente otra polémica al usar la frase “libelo de sangre”, indignando a la comunidad judía estadounidense, ya que esa frase se utilizó para acusar a los judíos de usar sangre humana en sus prácticas religiosas, sacrificando a chicos.
Los analistas de los medios de comunicación, frente al discurso conciliador de Obama en Tucson en el que llamó a bajar la agresión, vieron nuevamente en Palin a una figura desentonada. Su mensaje citó frases de Ronald Reagan, acusó a los medios de mentir, pero fue tan extremo que hasta mencionó que en el pasado “las diferencias se arreglaban en duelos con pistolas”.
Para colmo llegó a decir en el video que “si los hombres y mujeres fueran ángeles, no habría necesidad de gobernarlos”. Los críticos norteamericanos en general rechazaron su explicación mencionando que apenas se acordó del sufrimiento de las víctimas en su larga alocución.
Pero no sólo los medios fueron duros con ella: el ex portavoz de George Bush, Ari Fleischer, dijo que Palín debió hablar de otra forma. Inclusive algunos gobernadores republicanos como Chris Christie de Nueva Jersey han dicho que si Palin no ajusta su discurso, jamás podrá aspirar a un cargo ejecutivo futuro en la Casa Blanca.
Mientras tanto, el presidente Obama, con su mensaje de unidad, ha repuntado en las encuestas. Algunos analistas y agencias de medición aventuran que Obama habría subido 8 puntos, casi llegando a tener 51 % de aprobación en los últimos días, sumados a algunas mejoras en la economía. Palin, en cambio, ha sido convocada como principal oradora en la próxima Convención de Amantes de las Armas y la Caza, a realizarse en Nevada a fines de enero.
(*) Especial para Perfil.com.