París - El presidente francés, Nicolas Sarkozy, adora los cigarros caros, los Rolex y el chocolate, tiene una ambición desmedida, un comportamiento que a veces se asemeja al de un niño de ocho años y una fuerte repulsión a los periodistas.
El hombre que logró imponerse en las últimas elecciones posee todos los tics imaginables, cojea, casi nunca se detiene a escuchar un poco de música, anda siempre apurado y frena un constante y nervioso movimiento de piernas cuando algo realmente le interesa.
Esas son algunas de las conclusiones de la escritora y dramaturga francesa Yasmina Reza, quien pasó un año junto al mandatario francés para llegar a armar un retrato del hombre que, luego de tantas horas compartidas, se convirtió en su amigo.
L' aube le soir ou la nuit - El alba, la tarde o la noche-, obra de 200 páginas que busca retratar a Sarkozy a un nivel personal, ya llegó a las librerias francesas y es considerada candidata al Premio Goncourt de Literatura.
" Lo que me interesa es el destino político del ser humano Sarkozy, no la política", dijo la escritora en la nueva edición de la revista semanal Le Nouvel Observateur. Así, dejó de lado los temas relevantes en relación a la realidad del país europeo, edulcorando un poco su obra.
El presidente aún no leyó el libro, pero se ocupó de que la autora pudiera trabajar en total libertad, aseguró un portavoz de la presidencia en París según consignó la agencia de noticias DPA.
Durante un año, Yasmina Reza acompañó al presidente en su campaña electoral por la presidencia. "Le pregunté si podía escribir un retrato sobre él, y enseguida aceptó sin querer saber lo que iba a escribir", dijo Reza, conocida, entre otras cosas, por la obra de teatro ART.
La escritora describe reuniones de Sarkozy con los poderosos del mundo, el claro desprecio del mandatario por los periodistas y sus impresiones sobre él. "Su audacia es impresionante y tiene una intuición fuera de lo común", aseguró.
El libro no es especialmente crítico, ni contiene grandes revelaciones o análisis políticos. Además, no se menciona en ningún momento a la esposa del presidente, Cécilia. "Eso tiene una explicación muy sencilla", dijo la autora. "Ella no estuvo en la campaña electoral".