Agencias
Kiev
El frente de batalla en torno a la ciudad de Debáltseve, escenario de feroces combates entre el ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos, estaba ayer “estabilizado”, dijeron observadores internacionales, que de todos modos admitieron que Kiev denunció repetidas violaciones al cese del fuego en vigor de parte de los separatistas.
“Desde el sur de la república popular de Donetsk hasta el oeste de la república de Lugansk no se han producido violaciones del alto el fuego”, informó hoy el Centro de Control y Coordinación para el cumplimiento de los acuerdos de paz de Minsk, que establecieron la tregua.
“La situación se está estabilizando por toda la línea de frente. No hay acciones militares. Todo está tranquilo”, dijo por su parte Eduard Basurin, subjefe del mando militar de la autoproclamada república separatista de Donetsk.
En una demostración de que los combates han amainado, ambos bandos anunciaron que hoy harán un canje de prisioneros de guerra, 110 de los cuales son soldados gubernamentales en manos rebeldes.
Denuncias. Con todo, el mando militar ucraniano informó ayer que dos soldados murieron y otros tres resultaron heridos en las últimas 24 horas y denunció que Rusia incrementa su presencia militar en la zona con el envío de armamento pesado y efectivos.
“En concreto, más de veinte tanques, diez cañones autopropulsados y unos quince camiones han entrado en dirección a Novoazovsk (ciudad bajo control rebelde en el sur de la región de Donetsk)”, dijo hoy en rueda de prensa Andrei Lisenko, portavoz ucraniano, que agregó que a través del paso fronterizo de Izvárino entraron hacia Lugansk camiones con pertrechos y combustible.
Mientras, el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, urgieron a las partes a hacer todo lo necesario “para que cese el baño de sangre”.
