INTERNACIONAL
cruces entre la prensa y un prelado

Se hacen sentir las internas en la Iglesia mexicana

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Agencias
“Sólo vive la paz en los sepulcros”. Así de lapidario fue el semanario católico mexicano Desde la Fe al referirse al estado de Michoacán, cuya capital, Morelia, visitará Francisco el martes, en el marco de su periplo por tierras aztecas.
“Planes de pacificación contrastan con el agobio de los michoacanos ante lo que parece una sed de sangre sin medida. En enero han ocurrido 52 homicidios violentos, y en tres meses, 290 homicidios dolosos. Michoacán sólo vive la paz de los sepulcros”, enfatizaba el editorial del 31 de enero de la publicación.
La sombría descripción de un estado en el que la violencia narco ha provocado en casi cinco años más de cinco mil muertos, cientos de desplazados y más de un millar de desaparecidos fue cuestionada con fiereza por el arzobispo de Morelia, Alberto Suárez Inda –a quien el Papa hizo cardenal–, que calificó a la publicación de “amarillista”.
“Se me hace parcial, se me hace exagerado, no comparto el enfoque, pienso que sí sigue habiendo problemas, pero hay esfuerzos, creo que hay mucha gente buena en Michoacán y ciudadanos que tratan de hacer lo suyo”, indicó el cardenal.
Pero en la propia diócesis de Morelia se advierte sobre la terrible situación que verá Francisco: “el Papa latinoamericano encontrará una diócesis de Morelia golpeada por la violencia, la opresión, el narcotráfico, el endeudamiento público, la corrupción y la impunidad; la marginación, la ignorancia, la apatía de muchos obispos y sacerdotes, y el poco compromiso social por parte de la mayoría de los michoacanos”, escribió el semanario católico Comunidad Cristiana, editado por la Arquidiócesis local.

Internas. Estos cruces reflejan la sorda disputa entre Suárez Inda y el cardenal primado de México, Norberto Rivera, responsable de la edición de Desde la Fe.
La Iglesia mexicana debía haber renovado su jerarquía a final de año y Francisco, según la prensa local, parece haberse posicionado a favor de la oposición de Rivera, actual máximo responsable, un prelado conservador y alejado del “estilo” que Bergoglio está imprimiendo a la Iglesia.
Esos cruces habrían provocado que, en esta ocasión, no haya en la visita del Papa tantos voluntarios como los solicitados, por la “pasividad” –denuncian sus rivales– de Rivera en convocar a las escuelas católicas a sumar jóvenes.
El propio Francisco dio muestras de estar al tanto de las tensiones internas del episcopado mexicano. En uno de sus mensajes centrales, los instó a evitar las intrigas y a solucionar sus diferencias “como hombres”.