¡En sus marcas, listos, ya! El lunes, los habitantes de Iowa darán el pistoletazo de salida en la carrera a la Casa Blanca. Tanto los aspirantes republicanos como los demócratas intentarán ganar el primer estado en disputa, para asegurarse la mayoría de delegados en las Convenciones Nacionales de julio, que definirán quién será el candidato a la presidencia de cada partido. Pese a su amplio favoritismo en las encuestas nacionales, Hillary Clinton y Donald Trump tendrán que esforzarse para ganar en Iowa. Bernie Sanders está en un empate técnico con la ex secretaria de Estado, mientras que el texano del Tea Party, Ted Cruz, le pisa los talones al histriónico empresario inmobiliario.
La arremetida del veterano dirigente socialdemócrata asusta al comando de campaña de Clinton, que teme un “efecto Obama” en Iowa, como en 2008, cuando el ignoto senador de Illinois sorprendió en aquellas primarias y construyó poco a poco una candidatura competitiva. Sanders está arriba en dos encuestas, mientras que cuatro dan ganadora a Hillary. El dato que alarma a los Clinton es el calendario de las internas: las siguientes serán el 9 de febrero en New Hampshire, un estado donde Sanders es amplio favorito. “Pienso que Clinton ganará la nominación. Puede perder en Iowa y New Hampshire, lo que hará que Sanders tenga mucha prensa. Pero vencerá en South Carolina y en otros estados, donde tiene mejor organización de campaña. Puede que sea un camino más largo y arduo
de lo que creía originalmente”, explicó a PERFIL Michael Hannahan, doctor en Ciencia Política de la Universidad de Massachusetts. El socialdemócrata arrasa entre los jóvenes y los blancos liberales, mientras que Hillary tiene el apoyo de las mujeres, los afroamericanos y los latinos.
En las filas republicanas, la incertidumbre es aún mayor. “Trump sigue teniendo una leve ventaja en las encuestas, pero Ted Cruz tiene un apoyo más fuerte entre los
evangélicos y los sectores más conservadores, que están más organizados para participar en las asambleas. Trump es demasiado descarado y neoyorquino para el Medio Oeste, y eso le puede jugar en contra”, advirtió Aníbal Pérez Liñan, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Pittsburgh.
El conductor del reality show The Apprentice lleva 15 puntos de ventaja en las encuestas nacionales, con sus guiños a la derecha –con mucho peso en las bases partidarias–. Los jerarcas republicanos temen que ese grupo empuje al partido al borde del precipicio, sirviéndole en bandeja la elección a los demócratas.
Caucus. Iowa concita mucha atención de la prensa nacional e internacional porque es el primer estado de la campaña electoral. “A diferencia de otros estados, donde en las primarias los miembros del partido simplemente votan por los delegados de su candidato favorito, en Iowa el proceso es más deliberativo. Los miembros de cada partido se juntan en asambleas (caucus) en escuelas e iglesias y eligen delegados para la convención de su condado”, afirma Pérez Liñan. El sistema, instaurado en 1846, se basa en asambleas locales, en las que los vecinos votan a mano alzada. “Iowa siempre es un lugar difícil para el postulante favorito porque es un caucus y no una primaria. Es un pequeño e impredecible universo de votantes”, dice Hannahan. Tan impredecible que Clinton y Trump aún no se animan a cantar victoria.
Fox News, con Bush y Rubio
El boicot de Donald Trump al debate final de los precandidatos republicanos, organizado por Fox News, “permitió brillar al resto de los precandidatos, entre ellos a Jeb Bush y a Marco Rubio”, afirmó ayer Rupert Murdoch, propietario de la cadena enfrentada con el magnate neoyorquino. “La ausencia de Trump permitió a algunos brillar”, escribió el empresario de los medios de comunicación en su cuenta de Twitter, al sostener que el hermano de George W. Bush, el senador cubanoamericano y Rand Paul tuvieron un gran desempeño en el debate.
Tras un enfrentamiento con la periodista Megyn Kelly, Trump decidió no asistir al encuentro organizado por la cadena de Murdoch, quejándose del trato que le da a su candidatura. Kelly acorraló en agosto al candidato, que se enfureció y le respondió con comentarios sexistas.