Montevideo.-
El Senado uruguayo aprobó hoy la despenalización del aborto, con 18 votos a
favor y 15 en contra, y 19 días después de que la iniciativa naufragara en una votación que terminó
en empate.
La medida deberá ser aprovada todavía por la Cámara de Diputados por lo que se avecina un
futuro de polémicas en el país fronterizo.
El pasado 17 de octubre, el Senado aprobó, tras una accidentada sesión que debió
ser suspendida por amenaza de bomba en la sede del Congreso,
la generalidad del proyecto de ley, a excepción del capítulo que despenalizaba el
aborto, pues obtuvo un empate de 15 votos sin lograr la mayoría simple requerida.
Ese capítulo
habilita a la mujer a "decidir la interrupción de su embarazo durante las 12 primeras
semanas de gravidez" alegando situaciones de penuria económica, familiares o de edad.
También contempla la interrupción del embarazo por razones de salud, malformaciones o peligro de la
vida de la madre.
En esta ocasión
el proyecto fue presentado para ser votado en particular -artículo por
artículo- y se presentarán aditivos, "que son los mismos artículos que contemplan la
despenalización del aborto que fueron rechazados en el proyecto en general" el 17 de octubre, dijo
la senadora socialista
Mónica Xavier.
"Cuando se pasa a la votación en particular, se deben someter nuevamente a votación", explicó
la senadora, impulsora del proyecto.
"Si son votados afirmativamente, se incorporan al texto. Puede darse la circunstancia de que
lo que fue rechazado en general sea votado en particular", agregó
Xavier, antes de que el proyecto fuera aprobado.
En esta ocasión, estuvieron presentes dos senadores opositores que estaban ausentes en
aquella sesión -el ex presidente
Julio Sanguinetti y Julio Lara- que son favorables a la despenalización del
aborto.
En tanto, el senador oficialista
Alberto Cid, que había votado en contra de ese capítulo en la sesión anterior, fue
mandatado por su sector político a votar ahora a favor del proyecto.
Tras su aprobación en el Senado, la iniciativa debe pasar a la Cámara de
Diputados, donde habría mayorías suficientes para su aprobación.
Sin embargo, el presidente uruguayo,
Tabaré Vázquez, de profesión oncólogo y
firme opositor al aborto, reiteró en varias ocasiones que vetará cualquier norma que
despenalice la práctica.
En Uruguay se consuman anualmente 33.000 abortos, según datos que maneja el
Parlamento y la Asociación Uruguaya de Planificación Familiar.
No obstante,
fuentes judiciales estiman que la cifra real es más del doble, producto de la
acentuada práctica clandestina, que deriva anualmente en medio centenar de procesamientos y casi
una docena de muertes.
Según una encuesta de la empresa Factum, realizada en mayo,
el 61% de los uruguayos respalda la despenalización del aborto, 27% está en contra y 12% no
opinó.
En tanto, el
arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno, se manifestó "bastante perplejo" por el cambio en
el Senado.
"Me da bastante pena ver que temas de tanta importancia, realidades tan profundas que hacen
al hombre, dependen de la voluntad de unos que estén o no en sala, que se tomen licencia o no",
indicó el prelado en referencia a las ausencias de Sanguinetti y Lara en la sesión de octubre.
Fuente:
AFP