Un paro indefinido en Potosí, Bolivia, que lleva ya un total de once días, ha generado bloqueos en las rutas de la ciudad e impidió a unos setenta argentinos volver a su país. 34 de los turistas varados se encontraban en el país para presenciar la gira sudamericana del papa Francisco.
En diálogo con TN, Maricarmen García, una de las turistas argentinas atrapada por el conflicto relató como es la situación de los pasajeros varados: “Estamos encerrados sin salida. No hay policías, estuvimos muy asustados”.
“Huimos porque nos quisieron pinchar las ruedas de los autos. Íbamos en un caravana de 4 autos. Estamos con niños, que por la altura estaban descompuestos", contó García y añadió: "hay muchos piquetes, está levantada la ciudad, es un laberinto sin salida".
"Nos teníamos que bajar y negociar con la gente, estábamos muy asustados", agregó y explicó que tuvieron que refugiarse en un hotel.
A su vez, García señaló que “no nos contestó nadie en el Embajada”, y que recién hoy “el consul se comunicó con nosotros que hoy iba a intentar llegar, pero es muy duro llegar acá, no creo que lo dejen pasar. Hasta ahora no sabemos nada de él”.
“Acá los medios están tratando el tema muy centrado en Potosí. Lo que quieren es hablar con Evo Morales, es el pueblo que cortó todo, están muy organizados y muy enojados”, sostuvo.
"Está todo parado, no se vende combustible, estamos con problemas hasta para comprar alimento, no podemos estar muchos días más".Queremos hacer una caravana los 70 argentinos porque queremos salir, sólo queremos que nos dejen volver", concluyó.
Por el momento, un nuevo intento será salir nuevamente por vía terrestre, en colectivos y autos, donde los turistas irán acompañados por un comité integrado por referentes locales, según Sandra Rinaldi, una de las turistas afectados a La Voz.
Visita. Mientras el conflicto se desataba en Potosí, el presidente de Bolivia, Evo Morales, visitaba la Argentina para cerrar acuerdos bilaterales e inaugurar un monumento en homenaje a Juana Azurduy, que reemplaza al de Cristóbal Colón, en la plaza ubicada detrás de la Casa Rosada.
“Ver a la presidenta (Cristina Kirchner) inaugurando una estatua con Evo Morales, cuando acá tenés un pueblo levantado y 70 personas que no les importa a nadie, fue muy fuerte", expresó Rinaldi.
