INTERNACIONAL

Sexto día de caos en Francia jaquea a Sarkozy

Las manifestaciones son contra el proyecto de aumentar la jubilación de los 60 a los 62 años.El Senado lo aprobaría.

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| AFP

Francia continúa paralizada. Por sexto día consecutivo millones de personas volvieron a manifestarse en todo el país contra la reforma jubilatoria del gobierno de Nicolas Sarkozy, por el proyecto de aumentar la edad de jubilación de los 60 a los 62 años. Se prevé que el Senado apruebe la polémica reforma entre mañana y pasado, mientras crece el temor por la escasez de combustible y por los violentos enfrentamientos entre los jóvenes y la policía.

Si bien para los sindicatos marcharon 3,5 millones de personas, el gobierno, señaló que el número de manifestantes se redujo respecto a la semana pasada, a únicamente 1,1 millón. Las protestas se radicalian cada vez más. En París, grupos de estudiantes volvieron a enfrentarse con la policía y una joven resultó herida, mientras que en Lyon grupos de jóvenes incendiaron autos y tachos de basura, rompieron vidrieras y saquearon negocios. En Le Mans se incendió un colegio.

Según el primer ministro François Fillon, desde el inicio de las protestas han sido detenidos más de 1.100 jóvenes.
El secretario general de la CGT, Bernard Thibault le reclamó al gobierno ser "razonables" y que " acepten las discusiones con los sindicatos, no se encierren en su decisión unilateral".

Por su parte el tráfico ferroviario, las universidades y los colegios, así como los servicios postales volvieron a verse afectados . Además se cancelaron un gran número de vuelos. Las previsiones apuntaban a que un tercio de los trayectos aéreos quedarían suspendidos. En el aeropuerto parisino de Orly las cancelaciones podrían haber llegado al 50 por ciento, mientras que el aeropuerto de Burdeos permaneció bloqueado.
La CGT planea además una huelga del personal de aeropuertos en todo el país. Se prevé que en el aeropuerto de Orly se cancelen una cuarta parte de los vuelos planeados.

No se achica. Sarkozy recibió el apoyo de la canciller germana, Angela Merkel. "Creo que la población alemana y la francesa no podrán evitar enfrentarse a la verdad. Y la verdad es que la gente vive más. Si queremos garantizar unas jubilaciones razonables, el hecho de que vivamos más llevará a que la vida laboral sea más larga", argumentó Merkel.