Se registraron
cuatro atentados en distintas provincias. El más grave, en una
mezquita de Al Faljuyah, mató a cuatro personas.
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Cedoc
Bagdad- Al menos siete personas murieron y 26 resultaron heridas en varios ataques perpetrados hoy en Irak, informaron testigos y la policía.
El ataque de un suicida en una mezquita de la ciudad de Al Faljuyah, unos 70 kilómetros al oeste de Bagdad, mató a cuatro iraquíes e hirió a otros ocho, informa la agencia Voces de Irak.
La explosión se produjo durante la oración de los viernes. Según testigos, entre los muertos hay un policía.
En Tikrit, unos 180 kilómetros al norte de Bagdad, el estallido de un vehículo cargado de explosivos frente a una comisaría mató a dos policías y dejó heridos a otros seis, informaron fuentes policiales a la agencia dpa.
Según las fuentes, la policía había trasladado el vehículo a la principal comisaría de Tikrit al considerar sospechoso que éste estaba estacionada en el medio de una calle. La posterior explosión causó también daños en varios edificios adyacentes.
En otro incidente violento, un civil murió y otras cuatro personas resultaron heridas al explotar una carreta tirada por un caballo en una calle comercial del centro de Bagdad. El caballo sobrevivió a la explosión, aunque resultó herido, dijeron testigos.
Además, ocho civiles, entre ellos tres niños, y un soldado iraquí resultaron heridos cuando terroristas volaron una casa en la localidad de Arab Yabur, un antiguo feudo de Al Qaeda.
Según el Ejército iraquí, sus soldados recientemente habían expulsado a los terroristas de Al Qaeda de Arab Yabur y crearon una milicia de autodefensa civil en la población.
Entre tanto, el líder radical chiita de Irak Muktada al Sader prorrogó por otros seis meses la tregua unilateral que había declarado hace medio año y cuya vigencia terminaría este sábado.
Miembros del movimiento que dirige Al Sader habían afirmado en los últimos días que probablemente la tregua no sería prolongada, debido a que el Gobierno no cumplió su promesa de suspender la detención de seguidores del joven clérigo chiita.
El llamamiento que Al Sader hizo a sus seguidores a deponer las armas contribuyó a mejorar considerablemente la situación de seguridad en Bagdad en los seis últimos meses.
Sin embargo, algunas facciones escindidas de su milicia, el Ejército del Mahdi, desoyeron el llamamiento del líder religioso y continuaron sus ataques contra soldados estadounidenses, policías y soldados iraquíes, así como contra civiles sunitas y chiitas "renegados".
En los últimos meses, el Ejército estadounidense en Irak ha asegurado una y otra vez que sólo actuará contra aquellos miembros del Ejército del Mahdi que no respeten la tregua decretada por Al Sader.
