Ucrania denunció el hallazgo de 63 cadáveres con signos de tortura en Jersón, la ciudad que fue liberada de las tropas rusas en el marco de la contraofensiva ucraniana en el este del país. Si bien Rusia niega haber cometido atrocidades, actualmente es investigada por crímenes de guerra por los organismos internacionales.
"Ahora se han descubierto 63 cuerpos en la región de Jersón, pero debemos entender que la búsqueda acaba de empezar, por lo que se descubrirán muchas más fosas", declaró este jueves el ministro del Interior de Ucrania, Denys Monastyrsky. El anuncio del funcionario sobre el "nivel de tortura" perpetrado contra la población de Jersón se dio en medio de la investigación del estado de situación tras la retirada de las fuerzas ocupantes rusas.
Luego de la "guerra relámpago", dispuesta por Vladimir Putin el pasado 24 de febrero, que le permitió ocupar gran parte de la frontera oriental con Ucrania, en los últimos meses las tropas de Volodimir Zelenski fueron recobrando terreno y liberaron la estratégica ciudad de Jersón, lo que fue interpretado como "el inicio del fin" de la guerra.
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"Simplemente horroroso"
El hallazgo de los cuerpos de 63 personas torturadas en Jersón tiene en vilo al gobierno de Ucrania. "Nunca vi antes un nivel así", declaró a la televisión nacional el legislador Dmytro Lubynets, responsable de Derechos Humanos del Parlamento de Ucrania. “El nivel es simplemente horroroso", añadió.
Por otro lado, los cuerpos de seguridad de Ucrania afirman haber descubierto 436 casos de crímenes de guerra durante la ocupación rusa, como también once lugares de detención, entre los que se habría torturado a la población civil en medio de la ocupación rusa.
Esto fue refrendado por el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien acusó el domingo a las fuerzas rusas de cometer "atrocidades" en Jersón. A pesar de las fuertes declaraciones, hasta el momento Rusia no respondió ante las acusaciones de crímenes de guerra en Jersón tras la humillante retirada de sus tropas.
Por su parte, el jefe de la OTAN, Jens Stoltenberg, advirtió este lunes que "los próximos meses serán difíciles" para Ucrania y que el objetivo de Vladimir Putin es "dejar a Ucrania fría y oscuras este invierno", considerando los recientes ataques sobre infraestructura civil en distintos puntos del país.
Avanza la contraofensiva ucraniana
La estratégica ciudad de Jersón fue la primera ciudad importante en caer en manos de las fuerzas rusas desde el inicio de la invasión, y fue a única capital regional que las tropas de Moscú controlaron desde entonces. La recuperación del control por parte de Ucrania le abrió una puerta de entrada a toda la región cercana a la frontera, que cuenta con el acceso tanto al Mar Negro en el oeste como al Mar de Azov, en el este.
En tanto, la región fue una de las cuatro anexadas por Rusia tras los cuestionados referéndum de septiembre. Desde entonces, Putin prometió utilizar todos los medios disponibles para defenderlas, insinuando el uso de armas nucleares, lo que alertó a la comunidad internacional en virtud de un posible desastre nuclear.
Con respecto a otras regiones de la Ucrania ocupada, la región prorrusa de Lugansk el ejército ucraniano retomó la aldea de Makiivka, a 50 kilómetros al noreste de la estratégica ciudad de Severonetsk, controlada por Rusia, informó el lunes la presidencia ucraniana.
Por otro lado, en la vecina Donetsk, los militares rusos dijeron que sus fuerzas estaban ganando terreno con la conquista de la localidad de Pavlivka.
CDI / MCP
