Rusia quiere convertir a (Jersón) Kherson en una "ciudad de la muerte" y destruirla tan pronto como los soldados ucranianos avancen en ella. Así lo aseguró uno de los principales asesores del presidente Volodísimis Zelensky, cuyo gobierno desconfía de la retirada de tropas ordenada por Vladimir Putin.
Mykhailo Podolyak emitió la advertencia horas después de que Moscú dijera que retiraría las tropas de Jersón a la orilla oriental del río Dnieper, entregando uno de los mayores botines que consiguió en su invasión a Ucrania. Esto despertó los miedos de que la retirada sea en realidad una trampa.
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"La Federación Rusa quiere hacer de Jersón una 'ciudad de la muerte'", dijo Podolyak, quien aseguró que, antes de comenzar a replegarse, los soldados rusos colocaron minas en edificios, alcantarillas y bajo tierra.
Mark Galeotti, reconocido autor sobre Rusia, Putin y sus guerras, dijo que la retirada es posiblemente un ejemplo de "maskirovka", una palabra que literalmente significa 'algo enmascarado' pero que se usa para describir una táctica militar de engaño que está incrustada en la psique militar rusa.
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En declaraciones a la BBC agregó que una retirada real de Jersón "tiene sentido militarmente" y parece que los generales de Rusia finalmente pudieron persuadir a Putin para que les permita tomar las mejores decisiones tácticas incluso si es perjudicial políticamente.
Jersón, puerta de entrada a la península de Crimea anexada, fue el primer centro urbano capturado por Rusia durante su "operación militar especial" y la única capital regional controlada por las fuerzas de Moscú desde la invasión del 24 de febrero.
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El miércoles 9, Kiev reaccionó con escepticismo ante el anuncio de Rusia de su retirada de la ciudad sureña, instando a continuar la resistencia hasta que Ucrania libere todas sus ciudades ocupadas. Los generales rusos ordenaron a sus tropas que abandonen su principal bastión del sur y otras posiciones en la orilla occidental del río Dniéper.
El comandante de las operaciones rusas en Ucrania, el general Serguei Surovikin, presentó esta retirada como una forma de salvar a los miles de soldados rusos que seguían sobre el terreno, atrapados de espaldas al río Dniéper y bajo una fuerte presión.
Utilizando artillería de largo alcance de alta precisión suministrada por Occidente, sobre todo Himars estadounidenses, Kiev lleva semanas bombardeando sin descanso los depósitos de municiones y las líneas de suministro rusas en la región.
Pero las imágenes de satélite muestran a los rusos cavando varias líneas de trincheras defensivas en la orilla oriental del Dniéper, que les dan una posición perfecta desde la que bombardear a las fuerzas de Ucrania en caso de que entren en la ciudad abandonada.
En un discurso a la nación emitido el miércoles, presidente Zelensky instó a la "moderación emocional" ante la noticia, sugiriendo que la retirada puede no ser todo lo que parece.
"El enemigo no nos trae regalos, no hace 'gestos de buena voluntad'", dijo, y agregó que cualquier ganancia de Ucrania se produce a expensas de "las vidas perdidas por nuestros héroes".
También expresó temores de que Rusia pueda intentar volar una presa en Nova Khakovka, inundando el área y drenando un depósito del que depende la planta de energía nuclear de Zaporoyia para enfriarse, lo que podría desencadenar un colapso.
Emitiendo una advertencia a Moscú, Zelensky dijo: "Esto significará que está declarando una guerra en todo el mundo. Piensa en lo que te sucederá entonces". Agregó que sus tropas "se moverán con mucho cuidado, sin emociones, sin riesgos innecesarios" en el área que Rusia afirma haber abandonado, "fortaleciendo nuestras posiciones paso a paso" para evitar posibles trampas.
El centro de análisis militar ISW consideró poco probable que el anuncio de la retirada rusa fuera una maniobra de Moscú. Dijo que había constatado recientemente "una retirada constante de las fuerzas rusas, los recursos militares y económicos y los elementos de la ocupación" a la orilla oriental del Dniéper.
¿Qué importancia tiene la retirada de tropas rusos de Jersón?
La retirada de las tropas rusas es cosiderado un enorme revés para Vladimir Putin, que había anunciado la anexión de la región de Jersón en septiembre, junto con otros tres territorios ucranianos, y había prometido que estas tierras serían rusas "para siempre".
Estratégicamente, será difícil para Moscú continuar su ofensiva hacia la ciudad ucraniana de Mikolaiv y el estratégico puerto de Odesa en el mar Negro. Además, Rusia podría perder el control de la presa de Kakhovka, en el Dniéper, que es estratégica para abastecer de agua a la península de Crimea anexionada, limítrofe con la región de Jersón.
Desde la ciudad de Jersón, las tropas ucranianas podrían incluso atacar directamente a Crimea con su artillería de largo alcance.
Tras la retirada rusa del noreste de Ucrania, este segundo repliegue en dos meses también puede pesar en el ánimo de las tropas, en un momento en que Moscú está desplegando cientos de miles de reservistas, en su mayoría civiles sin experiencia militar real.
¿Qué podría pasar después?
El despliegue de las tropas rusas detrás del río Dniéper dificultaría que Ucrania prosiga su ofensiva en la región.
Moscú, que sufrió grandes pérdidas, quiere darse tiempo para equipar y entrenar a las decenas de miles de soldados movilizados desde septiembre. Con vistas, quizás, a una nueva ofensiva después del invierno.
Funcionarios estadounidenses también plantearon la posibilidad de reanudar las negociaciones de paz entre Kiev y Moscú, que están estancadas desde finales de marzo.
ds