Los Registros Nacionales de Escocia difundieron este jueves el certificado de defunción de la Reina Isabel II, que falleció a los 96 años el pasado 8 de septiembre en el Castillo de Balmoral, en Ballater. Acorde al documento, la monarca, que estuvo en el trono durante siete décadas, murió por su avanzada edad.
El escrito señala que la soberana murió de “Old Age” (“Vejez”), lo cual figura como la única causa de muerte enumerada, sin otros factores contribuyentes. Además, registra como hora de muerte las 3:10 p.m. -hora de Reino Unido-, tres horas antes de su anuncio oficial.
El documento lleva las firmas del Dr. Douglas James Allan Glass, como médico registrado certificador, y por la princesa Ana, que acompañó a su madre en las últimas 24 horas de su vida.
Si la reina hubiera muerto en Inglaterra, no habría necesidad de publicar una causa oficial de muerte, ya que la Ley de Registro de 1836 no se aplica a los monarcas. Pero dado que falleció en Escocia bajo la Ley de Registro de 1965, todas las muertes deben registrarse dentro de los siete días y esto incluye la presentación de un certificado de defunción a un registrador.
Los expertos creen que la difunta reina cumplió con los criterios médicos británicos para el "síndrome geriátrico", un término que según los servicios públicos de salud (NHS) "se usa para describir las características únicas de las condiciones de salud comunes en las personas mayores que no encajan en categorías de enfermedades específicas".
"La fragilidad es un síndrome médico con múltiples causas y contribuyentes que se caracteriza por la disminución de la fuerza, la resistencia y la función fisiológica reducida que aumenta la vulnerabilidad de un individuo para desarrollar una mayor dependencia y/o muerte", afirma el consejo oficial del Servicio Nacional de Salud de Gran Bretaña.
Isabell II falleció en su residencia del castillo de Balmoral rodeada de familiares cercanos en sus últimas horas, sin que el Palacio de Buckingham revelara entonces el motivo del deceso. Llevaba unos días siendo atendida por los médicos en su domicilio, y horas antes de su muerte se informó que "su estado de salud había empeorado" pero no dieron mayores detalles.
El príncipe Carlos -ahora rey Carlos III- y su esposa Camilla estaban en su residencia escocesa de Dumfries House y solo se enteraron del deterioro de la salud de la reina dos horas antes que los ciudadanos.
De manera oficial, solo se había informado que la monarca falleció "pacíficamente". Las autoridades habían dicho que la muerte de la reina se registró en Aberdeenshire el 16 de septiembre y "un extracto iba a estar disponible a su debido tiempo", el cual finalmente se conoció este jueves 29 de septiembre.
La biógrafa real, Angela Levin, había afirmado en un podcast que si los Registros Nacionales de Escocia y el gobierno escocés ocultaban los registros reales de la muerte de la jefa de Estado estarían incumpliendo la ley. Si no se hacen públicos los detalles de la muerte de la reina, podrían surgir teorías conspirativas que serán "difíciles" de contener, había advertido.
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