El Palacio de Buckingham se está moviendo para intentar proteger la reputación del rey Carlos III antes del lanzamiento de la quinta temporada de "The Crown", que se estrena en Netflix este 9 de noviembre y explorará lo que la reina Isabel II llamó su "annus horribilis", el año horrible de su reinado.
"La decisión de la serie de mostrar una 'guerra total' entre Carlos y Diana genera preocupación en el Palacio", develó The Telegraph. "La popularidad del monarca aumentó desde que se convirtió en Rey, pero los próximos episodios del programa recordarán a los espectadores los años más oscuros de su vida".
La nueva temporada, que se estrenará en todo el mundo el 9 de noviembre, reflejará el amargo matrimonio y divorcio de Carlos, entonces príncipe de Gales, con la princesa Diana y su romance con su entonces amante y actual reina consorte, Camilla Parker Bowles.
Un amigo del monarca dijo que el gigante internacional del streaming Netflix "no tendría reparos en destrozar la reputación de las personas", calificando el programa como "explotador". "Lo que la gente olvida es que hay seres humanos reales y vidas reales en el centro de esto", dijo a The Telegraph.
Los funcionarios del Palacio de Buckingham creen que Carlos y Camilla podrán contrarrestar mejor la representación que hace The Crown de ellos ahora que son reyes y que su nuevo alto perfil permitirá que los ciudadanos tengan "más oportunidades de comparar a las personas reales con la ficción que ven en The Crown".
"En el pasado no tenían tanta cobertura, por lo que en ese sentido era más difícil para la gente poder comparar y contrastar el drama con la realidad", agregaron.
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El fin de semana, un tráiler de 37 segundos publicado por The Crown comienza con una inquietante voz en off que dice: "El Palacio de Buckingham emite esta declaración: lamenta que el Príncipe y la Princesa de Gales se separen".
Luego se escucha un boletín de noticias de fondo que dice: "Hay un alboroto en Gran Bretaña después de que el Príncipe Carlos desnudó su alma a la nación, pero la Princesa de Gales eclipsó a su esposo al hablar sobre su matrimonio, su vida y su futuro".
El video mostró, además, a la princesa Diana, interpretada por Elizabeth Debicki, y al príncipe Carlos, interpretado por Dominic West, preparándose para dos entrevistas televisivas reveladoras que emitieron en esos tiempos sobre su relación.
En 1994, Carlos admitió ante en una entrevista con el periodista Jonathan Dimbleby que cometió adulterio con Camilla, mientras la princesa Diana dijo en una entrevista con la BBC que el suyo era un "matrimonio de tres".
La serie abarcará la década de 1990, incluidos los eventos de 1992, un año que, en palabras de la reina, "acabó siendo un 'annus horribilis'" (año horrible, en latín). "1992 no es un año que recordaré con gran placer (...) , afirmó la reina Isabel en un discurso dado a fin de año.
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En noviembre de ese año se produjo un incendio en el Castillo de Windsor -residencia de la monarquía británica desde el siglo XI- que destruyó 115 habitaciones. Se cree que el incendio comenzó en la Capilla Privada de la reina Victoria, donde un foco defectuoso encendió una cortina junto al altar, y más de 220 bomberos lucharon contra las llamas durante 15 horas.
El príncipe Andrés y su esposa Sarah Ferguson también decidieron separarse legalmente en 1992 después de seis años de matrimonio, una ruptura provocada por las exigencias de su carrera naval -lo que significaba que la pareja se veía solo 40 días al año- y un escándalo de fotos íntimas de la duquesa con el empresario estadounidense John Bryan poco después de la separación.
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Del mismo modo, el heredero al trono, el príncipe Carlos, se separó de la princesa Diana en 1992 y el entonces primer ministro, John Major, informó a la Cámara de los Comunes en diciembre que la pareja se separaría "amistosamente". Hizo el anuncio luego de varios años de especulaciones de que su matrimonio estaba en peligro luego de citar evidencia de que los príncipe de Gales pasaron vacaciones separados y visitas oficiales en habitaciones separadas.
The Crown, que comenzó a emitirse en 2016, retrata la vida de la reina Isabel II enfrentada al ingente deber de administrar la monarquía más famosa del mundo. Ambientada en varias épocas, repasa los escándalos, las crisis políticas y la relación con su marido Felipe.
Según el diario The Guardian, que cita datos de Whip Media, la audiencia de la serie aumentó un 800% en el Reino Unido el fin de semana siguiente al fallecimiento de la reina Isabel II, respecto a la semana anterior. En Estados Unidos, fueron cuatro veces más.
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