La revelación de que soldados alemanes profanaron un cadáver cerca de Kabul suscitó hoy reacciones de indignación en toda Alemania, el día en que Berlín presentaba un "libro blanco" sobre las misiones de sus fuerzas armadas en el extranjero, principalmente en Afganistán.
Las fotografías fueron publicadas en el diario popular Bild y luego de que salgan a la luz, el gobierno alemán y dirigentes políticos de todas las tendencias condenaron los hechos y reclamaron sanciones severas.
Las imágenes muestran a militares alemanes, con el rostro tapado, que se hacen fotos con un cráneo humano, uno de ellos exhibiéndolo junto a su pene y otro sosteniéndolo sobre una barra metálica de un vehículo militar.
Los hechos habrían tenido lugar en la primavera de 2003 en la región de Kabul, durante una patrulla de soldados alemanes miembros de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN.
Estos militares están destinados habitualmente en Mittenwald, en los Alpes bávaros, según fuentes próximas al asunto. Se trataría de cazadores alpinos, informó la Sueddeutsche Zeitung en su sitio en internet.
La canciller, Angela Merkel, juzgó las fotos "chocantes y horribles" y opinó que el comportamiento de los soldados no era "en ningún modo excusable", según informó el portavoz adjunto del gobierno, Thomas Steg.
Por su parte, el ministro de Defensa, Franz Josef Jung, prometió un esclarecimiento rápido del asunto y opinó que los culpables de esos actos no tienen "sitio en el ejército alemán".
Los actos son objeto de una doble investigación: militar, desde el ministerio de Defensa, y judicial, por "pertubar la paz de los muertos", abierta por el fiscal de Potsdam, en la periferia de Berlín, donde se encuentra el Estado Mayor de las fuerzas de intervención alemanas. Un portavoz de la OTAN en Bruselas explicó que "las cuestiones disciplinarias dependen de cada país".
Dos sospechosos -un reservista y un suboficial- fueron interrogados el miércoles por las autoridades militares, informó el inspector general de las fuerzas armadas (Bundeswehr), el general Wolfgang Schneiderhan.
En opinión del presidente de la asociación de soldados alemanes, Bernhard Gertz, se pueden comparar esta fotos "obscenas" y el escándalo de la prisión iraquí de Abu Ghraib, donde los detenidos sufrían malos tratos y humillaciones.
Por otro lado, este responsable teme una instrumentalización de las fotos por parte de los radicales islamistas en Afganistán, justo cuando los combates entre las fuerzas de la OTAN y los rebeldes talibanes se han intensificado.
La revelación del escándalo llegó en un mal momento para el ministerio alemán de Defensa, precisamente el día en que presentaba un "libro blanco" del ejército alemán sobre las nuevas orientaciones de la política de seguridad de la Bundeswehr fuera de las fronteras del país, en particular después de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
Según este "libro blanco", aprobado en consejo de ministros, un máximo de 14.000 soldados alemanes podrán intervenir en misiones internacionales. Actualmente son más de 10.000, con 2.750 destinados en Afganistán.