El sismo que ayer devastó el centro de Italia dejó 179 muertos, 34 desparecidos, 1.500 heridos y 50.000 damnificados, según un nuevo balance difundido hoy por el centro de coordinación de los socorros de L'Aquila, la ciudad medieval donde tuvo su epicentro el temblor. Además, un nuevo temblor, esta vez de magnitud 4,7 de la escala Richter, generó pánico entre la población de la región de Abruzos, exactamente 36 horas después del violento temblor de ayer.
El panorama es desolador. De las víctimas fatales, cuarenta todavía no fueron identificadas. Dos cadáveres fueron retirados esta madrugada de los escombros de la aldea de Onna, llevando a 39 muertos el balance de víctimas mortales en esta localidad que tenía 250 habitantes, según los bomberos.
El movimiento telúrico de magnitud de 6,2 grados que fue seguido por 280 réplicas también dejó 50.000 damnificados, muchos de los cuales pasaron la noche en refugios improvisados en una decena de cuarteles, estadios y gimnasios, aunque la mayoría se alojó en casas de amigos y familiares.
El centro de coordinación de los socorros informó que el número de personas que perdieron sus hogares fue de 17.000. Según el alcalde de L'Aquila, Massimo Cialentese estima que 50.000 es el número total de personas que podían haber perdido sus viviendas debido al sismo. Una fuente gubernamental llegó incluso a mencionar la cifra de 70.000 damnificados.
El servicio de defensa civil señaló que más de 10.000 casas y edificios sufrieron daños en la región a causa de este sismo, cuyo hipocentro fue situado bajo la ciudad de L'Aquila. Más de cien personas sobrevivieron al temblor y fueron extraídas de los escombros, según un balance los bomberos.
Ese fue el caso de Marta Valente, una estudiante de 24 años que fue rescatada con vida hoy de un edificio del centro de L'Aquila, tras pasar 23 horas bajo los escombros, indicó la prensa local. "Fue un rescate muy delicado. Había vigas que eran un peligro y tenía las piernas bloqueadas", explicó un espeleólogo que participó en su salvamento.
Junto a la lista de víctimas, también se amplió hoy la cantidad de monumentos y edificios históricos que sufrieron daños. Prácticamente todas las localidades en torno a L'Aquila informaron acerca de palacios e iglesias destruidos en sus centros históricos. En la capital de la región de los Abruzos se derrumbó una parte de la Basílica de Santa Maria di Collemaggio, así como la cúpula de la Chiesa delle Anime Sante y la torre de la iglesia de San Bernardino.
L'Aquila, de 60.000 habitantes, capital medieval del siglo XIII de la provincia montañosa de Abruzo, a unos 110 km al noreste de Roma, quedó devastada, al igual que muchos pueblos de los alrededores, por el temblor que sacudió la región a las 03.30 hora italiana. El presidente del consejo italiano, Silvio Berlusconi, que decretó el estado de emergencia, volverá hoy a L'Aquila. El lunes prometió a los sobrevivientes que "nadie será abandonado" y dijo que se instalarán tiendas de campaña para albergar a unas 20.000 personas.
Fuente: DPA y AFP