Agencias
París
Tras el terremoto del Brexit, la discusión por los plazos convenientes para que se concrete la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) empieza a tensar la relación entre Londres y los líderes políticos del bloque comunitario. Mientras que los candidatos favoritos a suceder a David Cameron dijeron esta semana que no pretenden activar el proceso antes de 2017, el presidente francés, François Hollande, advirtió ayer en presencia del primer ministro británico que la decisión de abandonar la UE “no puede ser postergada”.
Hollande ofició como anfitrión de Cameron en Thiepval, en el norte de Francia, durante la conmemoración por el centenario de la batalla del Somme, la más sangrienta de la Primera Guerra Mundial, en la que murieron más de un millón de soldados. En la ceremonia también estuvieron presentes el príncipe Carlos y sus hijos Enrique y Guillermo. El mandatario galo no dejó pasar la chance de aludir al Brexit. “Estar en la UE tiene ventajas, y es lo que los británicos están empezando a comprender”, afirmó. Luego mencionó a “quienes pudieron estar tentados con el Brexit y ahora están pensando en ello”, en alusión a miles de jóvenes que formaron parte del 52% que votó a favor del leave y ahora se arrepienten.
“Pero la decisión está tomada y no puede ser anulada ni postergada: ahora hay que asumir sus consecuencias”, agregó Hollande, en sintonía con las presiones de Bruselas para que Londres no demore la salida y evite así la prolongación de los traumas políticos, económicos y financieros provocados por el Brexit.
Tiempo al tiempo. Sin embargo, las figuras que asoman para reemplazar a Cameron, quien ya anunció su renuncia, pretenden avanzar según sus propios tiempos. Los favoritos son Michael Gove y Theresa May, ministros de Justicia y de Interior. Ambos han advertido que no iniciarán la ruptura hasta el año próximo, pese a la insistencia e inquietud de los socios europeos.
“Nosotros controlaremos la agenda, no lo haremos hasta que no estemos listos –dijo ayer Gove–. Sólo lo aplicaré luego de amplias discusiones preliminares, de modo que no espero que el artículo 50 se active este año”. Se refería al artículo del Tratado de Lisboa que marca las pautas para que un país abandone la UE, y que jamás fue utilizado. En el mismo sentido ya se había pronunciado May, pese a que Cameron había prometido que la ruptura se iniciaría al día siguiente del referéndum.