La ciudad de Marrakech se despertó este sábado en estado de conmoción y alarma tras el violento sismo (medido en 6,8 grados) que sacudió Marruecos en la noche del viernes, provocando más de 2000 víctimas fatales e importantes daños materiales. La catástrofe dejó un panorama desolador de escombros, edificaciones derrumbadas y tejados rotos, circunstancia que los sobrevivientes describieron como "si hubiera caído una bomba".
Las principales zonas afectadas por el terremoto fueron Al Haouz, Marrakech, Ouarzazate, Azilal, Chichaoua y Taroudant. Sin embargo, el Instituto Nacional de Geofísica de Marruecos informó en el transcurso de la jornada que el epicentro del desastre natural se concentró en la ciudad de Ighil, ubicada a 63 kilómetros al suroeste de Marrakech.
Una ciudadana que sobrevivió a la catástrofe relató a la agencia AFP la dramática experiencia.
"Es como si nos hubiera caído una bomba", relató Hafida Sahraouia, visiblemente shockeada por lo sucedido.
"Estábamos preparando la cena cuando oímos una especie de explosión. Entré en pánico y salí rápidamente con mis hijos. Desgraciadamente nuestra casa se derrumbó", expresó la mujer de 50 años, que buscó refugio junto a su familia en una plaza de su barrio.
"Lo hemos perdido todo", se lamentó la mujer a la hora de evaluar las pérdidas materiales resultantes del terremoto.
Otro impactante testimonio fue brindado por Rabab Raïss, una mujer que caracterizó el sismo como "la experiencia más traumática" de su vida.
"Veía a la gente correr por todas partes, había mucho polvo por los derrumbes. Estaba aterrorizada", confirmó la joven de 26 años, residente en Marrakech.
"Es una experiencia dolorosa, estoy de todo corazón con las familias de las víctimas", declaró a la agencia AFP.
En el pueblo de Moulay Brahim, en la zona montañosa del Alto Atlas, los vecinos fueron testigos de la tragedia de Lahcen, quien perdió a su mujer y a sus cuatro hijos por el fuerte terremoto.
"Lo he perdido todo", se sinceró Lahcen, invadido por la tristeza.
El sábado por la tarde, los rescatistas aún no habían logrado sacar el cuerpo de su mujer y de uno de sus hijos de debajo de los escombros de su casa, que se derrumbó con el sismo. Los cadáveres de otros dos hijos ya fueron extraídos.
"Lo único que quiero es alejarme del mundo y hacer mi duelo", manifestó el sobreviviente, que se encontraba fuera de su domicilio cuando se produjo el terremoto.
"Un dolor indescriptible", sintetizó una sobreviviente
La mayoría de los fallecidos se registraron en la provincia de Al Hauz, en el epicentro del sismo y donde se encuentra Moulay Brahim.
Los equipos de rescate, con la ayuda de máquinas de construcción, siguen rastreando la zona en busca de posibles supervivientes entre las ruinas en este pueblo, donde hubo decenas de víctimas mortales.
Los vecinos del municipio, con unos 3.000 habitantes, ya empezaron a cavar las tumbas en una colina.
"Es un drama terrible, estamos asombrados por esta desgracia", aseguró Hasna, una vecina sentada delante de la puerta de entrada de su casa y que no podía disimular su "conmoción".
"Aunque mi familia se encuentra sana y salva, todo el pueblo llora a sus hijos. Muchos vecinos perdieron a familiares. Se trata de un dolor indescriptible", explicó la mujer en declaraciones a AFP.
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