AFP
Escenas de pánico y caos se vivieron ayer por la mañana en el aeropuerto internacional de Los Angeles como consecuencia de un tiroteo en la Terminal 3, que dejó como resultado un muerto, un agente de la Agencia de Seguridad del Transporte de EEUU (TSA), según confirmó la entidad, y al menos siete heridos, seis de los cuales fueron trasladados a distintos hospitales de la zona.
Patrick Gannon, jefe del cuerpo de Policía del aeropuerto, explicó que un hombre entró en la terminal 3, sacó un rifle de asalto de una bolsa y abrió fuego. Luego accedió al área de seguridad y realizó varios disparos antes de adentrarse en el aeropuerto, donde fue herido en el pecho y reducido por la Policía. “Hubo un intercambio de disparos y fue atrapado. Hubo un gran caos”, manifestó Gannon, quien confirmó que las autoridades creen que el sospechoso, Paul Ciancia, un estadounidense de 23 años. actuó solo.
El incidente provocó la suspensión y reprogramación de varios vuelos y se emitió un alerta nacional, ya que las autoridades no descartaron que se tratase de un acto terrorista, dado que varias fuentes aseguran que Ciancia era “un activista antigobierno”.
Los pasajeros, tras escuchar los disparos, comenzadaron a correr hacia las salidas de emergencia. Hasta ayer no se conocían los motivos del atacante, que se encuentra detenido. Un testigo dijo que “había un jóven disparando en la Terminal 3. Abrió fuego en tres ocasiones. Yo me tiré al suelo, y por suerte, el hombre se marchó. Después lo vi disparar a alguien escaleras abajo”. Sin embargo, otras personas aseguraron que se oyeron hasta 17 disparos y que vieron a mucha gente corriendo presa del pánico y tropezándose con las maletas.
Otro testigo, Brian Keech, aseguró que el hombre abrió fuego cuando se encontraba en un puesto de control de seguridad del aeropuerto. “Se escucharon al menos una docena de disparos”, dijo.
Bill Reiter, periodista de FoxSports.com, estaba en lugar del ataque, y rápidamente subió a su cuenta de Twitter: “Cuando comenzó la balacera se produjo una estampida de gente, y todos nosotros escondiéndonos debajo de los asientos”.
Las imágenes emitidas por la cadena CNN mostraban a varias personas siendo atendidas por los servicios de emergencia y un gran despliegue policial y médico.
El alcalde de Los Angeles, Eric Garcetti, y el jefe de policía , Charlie Beck, se apersonaron en el aeropuerto para interesarse por lo sucedido. Asimismo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, fue informado de los acontecimientos.
El incidente se produce semanas después de que un empleado del aeropuerto de Los Angeles de 28 años hiciera estallar dos bombas de hielo seco, sin que se produjeran muertos o heridos.
El individuo fue identificado como Dicarlo Bennett, un hombre que trabajaba cargando maletas en el sexto aeropuerto más importante del mundo por volumen de pasajeros. Solo el año pasado circularon más de 63 millones de personas.
