Los principales aspirantes a la presidencia de Brasil atacaron este jueves al favorito y líder de las encuestas, el ultraderechista Jair Bolsonaro, el único que no participó del último debate de candidatos antes de las elecciones del domingo. "Yo quería hacer una pregunta a Bolsonaro, pero volvió a acobardarse", dijo la candidata ecologista Marina Silva.
Bolsonaro, que lidera los sondeos con el 35 por ciento de la intención de voto, no asistió al debate de hoy organizado por el canal de televisión Globo en Río de Janeiro alegando que está aún en descanso médico por la puñalada que sufrió a comienzos de septiembre.
Bolsonaro, sin embargo, dio una entrevista al canal de televisión Record a la misma hora en la que se celebraba el debate de Globo, que publicó material crítico contra el candidato. Bolsonaro recibió el alta médica el sábado pasado tras pasar casi un mes hospitalizado por el ataque que sufrió durante un mitin.
En el debate que terminó en la madrugada del viernes participaron el izquierdista Fernando Haddad, del Partido de los Trabajadores (PT), los centroderechistas Geraldo Alckmin y Henrique Meirelles, el derechista Alvaro Dias, los también izquierdistas Ciro Gomes y Guilherme Boulos, y Marina Silva. Varios de ellos centraron sus ataques en el ausente Bolsonaro. El candidato al que los sondeos atribuyen opciones reales de pasar a segunda vuelta es Haddad, que tenía el 22 por ciento de los apoyos.
Las elecciones del domingo son consideradas como las más inciertas en Brasil desde la recuperación de la democracia en 1985, debido al auge de la ultraderecha. Se espera que el próximo presidente del gigante sudamericano sea electo en una segunda vuelta el 28 de octubre.
A cuatro días de los comicios, Bolsonaro 13 puntos de ventaja al candidato de Lula da Silva. El sondeo confirmó la creciente polarización en los días finales de campaña, así como la tendencia al alza de la candidatura de Bolsonaro, que sumó apoyos pese a las fuertes protestas contra él organizadas el fin de semana.
El ex militar de 63 años, criticado por su discurso populista y por sus comentarios misóginos y racistas, empezó a subir en las encuestas tras ser víctima de una puñalada a comienzos de septiembre, e impulsado también por el despegue de Haddad en los sondeos. El candidato del PT consiguió atraer a muchos de los votantes de Lula, muy popular entre las clases muy pobres, pero al mismo tiempo creció el repudio a su candidatura.
Varios analistas consideran que el fuerte rechazo de muchos electores al PT, implicado en varios de los escándalos de corrupción de los últimos años, impulsó en estos días a Bolsonaro. El ex militar y Haddad son al mismo tiempo los candidatos que más resistencias encuentran entre los votantes. Según Datafolha, el 45 por ciento de los brasileños declara que no votaría de ninguna manera por Bolsonaro, mientras que el 40 por ciento rechaza a Haddad.
D.S.