Agencias
La posibilidad de que Mariano Rajoy no se someta a una sesión de investidura en el Congreso generaba ayer una tormenta polémica en España, donde la oposición afirma que el jefe de Gobierno tiene la obligación de hacerlo, aunque sea para fracasar.
Rajoy aceptó el jueves el encargo del rey de buscar aliados para formar un nuevo Ejecutivo, pero dejó entrever que podría finalmente no presentarse a un voto de confianza en el Congreso a menos de estar seguro de tener éxito.
La duda no fue despejada ayer por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, que, consultada, se limitó a repetir lo dicho por Rajoy: “No adelantemos acontecimientos. Va a intentar formar gobierno, y ésa es su tarea”.
Interpretación. La polémica es en torno a la interpretacion del artículo 99 de la Constitución española, que establece que “el candidato propuesto (....) expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara”.
Para la vicepresidenta Sáenz de Santamaría, ese punto no obliga a Rajoy a someterse a una votación de investidura. La oposición piensa lo contrario.
“El artículo 99 deja pocas dudas”, dijo Isabel Rodríguez, portavoz de la oposición socialista.
Es “muy preocupante decirle que sí al rey, y después dar largas, o no poner fechas, o intentar alargarlo demasiado”, dijo por su parte Inés Animadas, del partido liberal Ciudadanos.
La cuestión es importante porque, a partir de la primera sesión de investidura, habrá un plazo de dos meses para formar gobierno. Si no, habrá que convocar a nuevas elecciones.
Ronda. El Partido Popular de Rajoy ganó las elecciones de junio con un margen más amplio que en las anteriores, en diciembre, pero no logró la mayoría necesaria para gobernar sin alianzas.
El martes, Rajoy abrirá una ronda de contactos con el líder socialista, Pedro Sánchez, que continuará y con Albert Rivera, número uno de Ciudadanos.