Aterrorizada por el contacto con otros seres humanos, en estado salvaje y sin capacidad para hablar apareció en Camboya una joven que supuestamente estuvo desaparecida en la selva durante 19 años.
La mujer, que tiene en la actualidad 27 años, había desaparecido en una localidad remota del noreste de Camboya cuando sólo tenía ocho años de edad, según publica hoy el diario El País de España.
Unos leñadores la descubrieron el pasado sábado 13 de enero, cuando aparentemente la joven, que se llamaría Rochom Pngieng,intentó robarles comida. Los hombres la trasladaron hasta el poblado de O’Yadawc.
Aunque la joven no puede hablar ningún idioma inteligible y está aún aterrorizada por la presencia de otras personas, sus padres la identificaron de inmediato por una cicatriz en la espalda.
La muchacha desapareció en 1988, cuando estaba cuidando de un búfalo en su aldea, a unos 325 kilómetros al noreste de la capital de Camboya, Phnom Penh, junto con un primo suyo, también desaparecido, que tenía entonces seis años.
Los padres de la joven, Sal Lou y Rocham Yit se acercaron corriendo al poblado, donde reconocieron a su hija, después de casi 20 años.
“No tenemos ni idea de cómo ha sobrevivido con todos los animales salvajes”, dijo Sal Lou, su padre. “Ella no puede comunicarse con nosotros”, señaló.
“Los residentes de la zona creen que los espíritus la capturaron, pero que la han liberado ahora porque ya no la necesitan", explicó el jefe de policía del distrito de O'Yadaw, Mao Sun, según el diario El Mundo. Según el jefe policial la joven es "mitad humana y mitad animal".
La mujer todavía se resiste a ponerse vestidos y a emplear utensilios como los habituales palillos para comer. Comunicarse con ella es casi imposible: se limita a tocarse el estómago cuando tiene tiene hambre, para indicar que quiere comer. "Si no duerme, simplemente se sienta y mira a derecha e izquierda", dijo su padre.
Muchas cuestiones en torno a la desaparición de la joven y a qué ocurrió el tiempo que pasó en la selva continúan sin esclarecerse. Expertos médicos realizarán pruebas de ADN a la joven y a sus supuestos padres para comprobar si coinciden.
Mientras, los habitantes de la aldea escpeculan con diferentes teorías acerca de la joven, a la que describen como una loca, como una víctima de un secuestro que ha sido liberada, o simplemente como alguien que estuvo prisionera de alguien, ante la cicatriz que muestra en su muñeca, como marcas de una atadura.
Otros aseguran que estaba junto a un hombre salvaje armado con una espada que logró escapar antes de ser capturado junto a la joven, por lo que creen que puede haber más gente perdida en la espesa jungla.
