Los contagios de coronavirus "se propagan rápidamente" en China luego de que la Administración del presidente Xi Jinping decidiera dejar de lado su política "Cero Covid" y relajara las restricciones más duras que hasta este momento había adoptado el país para contener la pandemia.
Las autoridades habían anunciado el pasado 7 de diciembre una flexibilización general de las medidas contra el virus, que incluían confinamientos y testeos masivos. Estas resoluciones provocaron una fuerte crisis económica y trajeron como consecuencia una fuerte ola de protestas que no se veían desde finales de los '80 en los movimientos pro democracia.
Tan solo en Beijing, la capital del país, se registraron más de 22.000 personas que visitaron los hospitales este domingo. Ese número fue 16 veces más alto que los reportes de siete días atrás, cuando todavía estaban presentes las medias.
Por otro lado, China ha registrado cifras máximas de infecciones en estos días, y la semana pesada informó un récord de más de 60.000 nuevos casos en un solo día.
"La tendencia a la rápida propagación de la epidemia en Beijing sigue", declaró a la prensa Li Ang, portavoz del departamento de salud de la ciudad. "El número de consultas por fiebre y estados gripales ha aumentado significativamente, y el número de llamadas a los servicios de urgencias se ha disparado", añadió.
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Por otro lado, la Administración Estatal de Regulación del Mercado china comenzó a regular la venta virtual de medicamentos, barbijos, reactivos de prueba de antígenos y alimentos, y advirtió a las empresas de internet que no "lucren con la pandemia". Además, permitió que Alemania proporcionara la vacuna de BioNTech contra el Covid-19 a ciudadanos alemanes en China, ya que allí solo se aplican las producidas en el país.
Otro de los fenómenos observados fueron las largas filas en las farmacias de diferentes ciudades por parte de personas que querían comprar medicamentos para la tos y contra la gripe, además de mascarillas y otros objetos.
Fin de la aplicación de rastreo
Este lunes se oficializó la desactivación de la principal aplicación de control de los desplazamiento de los ciudadanos chinos, utilizada para chequear si la gente había circulado por una zona afectada por el coronavirus. El "Mapa de Desplazamientos" controlaba a los usuarios con los datos de sus teléfonos según las ciudades que había visitado en la última semana y le decía a que hoteles y comercios, entre otros edificios, podía ir o no.
La aplicación, dependiente del gobierno, queda desactivada tras más de dos años y medio de servicio, según indica un comunicado oficial.
La decisión de relajar las restricciones sanitarias llegó cinco días después de que el país registrara un nuevo pico de contagios con más de 62.400 en un solo día y un promedio semanal de cerca de 41.000 pacientes diarios nuevos. Desde entonces la curva descendió y en el último reporte se informaron 12.755 casos, lo que aminoró el promedio semanal a poco más de 23.000 infecciones, acorde a las cifras oficiales.
Cambios para las empresas
Además, el gobierno dijo que dejará de controlar a los camioneros y tripulantes de barcos que transportan mercancías a nivel nacional, eliminando un cuello de botella clave de su red de cadena de suministro a medida que se acelera el desmantelamiento de la política de "Cero Covid".
La abrupta flexibilización de China ha desconcertado a las empresas, muchas de las cuales se habían sentido frustradas por la política pero se habían adaptado a los inconvenientes. Sin embargo, fuentes de dos fabricantes de automóviles manifestaron que temen que el virus se propague rápidamente, lo que aumenta la probabilidad de que el personal se enferme y perjudique potencialmente la producción, según consigna NA.
Otras subrayaron que la reapertura puede ser una oportunidad que debe aprovecharse, con las principales provincias costeras como Guangdong y Hainan organizando viajes al extranjero para contrarrestar las chances comerciales perdidas luego de tres años de férreos controles fronterizos por el Covid-19.
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