INTERNACIONAL
Cuba-EE.UU.

Trump da nueva vida a los halcones contra La Habana

Un analista advierte que la hostilidad de Donald Trump hacia Cuba sólo tiene fines electorales y no ideológicos.

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El presidente y Marco Rubio, enemigo acérrimo del castrismo | Cedoc Perfil

Donald Trump ha decidido ratificar aspectos de la ley Helms Burton Libertad, que garantiza a los norteamericanos el derecho a demandar a Cuba y a compañías cubanas por las propiedades expropiadas tras la revolución de 1959. El senador por Florida Marco Rubio, de origen cubano, aplaudió al gobierno por endurecer su política hacia Cuba, pero el doctor Joseph Gonzalez, un historiador de las relaciones entre ambos países en el último siglo, no ve en el gesto de Trump convicciones ideológica sino pura especulación electoral: asegurarse el apoyo de los poderosos hispanos de Florida, un eterno “swing state”, que cambia de manos sin cesar.

Trump anunció la semana pasada que permitirá que sus ciudadanos de origen cubano puedan demandar a partir del 19 de marzo -y por un mes- a empresas que ahora funcionan bajo la tutela de los militares de la isla y que fueron confiscadas tras el inicio de la Revolución de Fidel Castro.

“Hay 29 razones para explicar la nueva política de la administración Trump hacia Cuba –el mismo número de votos electorales que aporta Florida”, dice a PERFIL González, que prepara un libro Facing the Sun: Cuba's Challenge to America's Empire, 1868-1959 (Enfrentando al sol: el desafío de Cuba al Imperio Americano, 1868-1959).

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Profesor en la Universidad Appalachian State, González cree que el presidente sólo está buscano apoyo para las elecciones de 2020, en las que buscará la reelección.

“De todos modos es verdad que hay algunos halcones republicanos en el gobierno que nunca aceptaron la política de Obama, agrega González, y quieren mano dura hacia Cuba, un tratamiento que Arabia Saudita nunca recibió, por ejemplo, con sus enormes faltas de respeto a los derechos humanos”.

“¿Qué hubiera pasado si el gobierno cubano hubiera torturado y ejecutado a un periodista que trabajaba en los Estados Unidos (por el caso del periodista saudita Jamal Khashoggi)? Ah, si Cuba tuviera petróleo o tal vez armas nucleares. Entonces, el presidente Trump la trataría de otra manera”, explica el profesor.

Venezuela. Para respaldar la “línea dura” hacia La Habana, los críticos conservadores han subrayado que detrás de la crisis venezolana está la influencia cubana, asociando la represión y el fallido modelo económico bolivariano a sus mentores castristas.

Sin embargo, el profesor González no cree que sea la influencia cubana lo que está entorpeciendo los esfuerzos de Washington por desalojar del poder a Nicolás Maduro, sino otras potencias regionales más influyentes, como Brasil, México o Colombia.

 

"Si Cuba tuviera petróleo o tal vez armas nucleares. Entonces, el presidente Trump la trataría de otra manera”.

 

“Los líderes cubanos ciertamente que le dan un apoyo verbal a Maduro, pero poco más. Cubana tiene problemas muy serios como para estar pensando en inmiscuirse en política internacional o regional", dice González, que recuerda que “el gobierno cubano necesita un comercio favorable y arreglos financieros con otros países de América Latina”.

“El único incentivo para apoyar a Maduro son los subsidios que Venezuela ofrece a Cuba, y no cuestiones ideológicas, aunque lógicamente estas son más visibles”, afirma.

Según fuentes del profesor de la Appalachian State, en 2014, último año con datos confiables, el gobierno venezolano ofreció cuatro mil millones de dólares al régimen comunista de La Habana, cifra que, según González, seguiría siendo similar actualmente.

La economía cubana confía en esos subsidios, y el gobierno teme que un cambio de régimen en Caracas pondrá fin a esos subsidios, como el pedido del “presidente encargado” Juan Guaidó de que se interrumpan los envíos de petróleo a la isla hace prever. Eso no sólo provocaría una recesión en Cuba, sino que devolvería al país a los tiempos del “período especial”, una durísima crisis económica que comenzó en 1991, tras la caída de la Unión Soviética.