Estados Unidos consiguió ayer que la reunión ministerial del G20 omitiera en su declaración final el proteccionismo y la lucha contra el cambio climático, al tiempo que advirtió a sus socios que está dispuesto a renegociar sus compromisos dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC). “Trabajamos para reforzar la contribución del comercio a nuestras economías”, se limitó a sostener la declaración laboriosamente negociada en la cumbre del G20 de los ministros de Finanzas, celebrada en Baden-Baden, Alemania, eliminando por presión de Washington su tradicional condena al proteccionismo económico.
“El lenguaje histórico no era pertinente, y lo que es pertinente es lo que hemos acordado como grupo: incrementar la contribución del comercio a nuestras economías”, comentó el nuevo secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, en conferencia de prensa al término de la reunión. Luego, lanzó una advertencia al resto de los países: “Algunas partes de la OMC no son aplicadas, y vamos a intentar con tenacidad que se apliquen en interés de los trabajadores estadounidenses”.
Así, explicitó que Estados Unidos renegociará algunos de los tratados de libre comercio que firmó en el pasado con otros países. “Queremos reexaminar algunos acuerdos, hemos hablado de reexaminar el TLCAN”, aseveró el funcionario, en referencia al tratado que tiene Washington con México y Canadá.
La OMC nació en 1994 en Ginebra y es el foro donde se dirimen complejos diferendos comerciales entre naciones, mediante paneles de expertos que tardan a menudo años en dictar sentencias. Integrado por 164 países, es también el foro donde la comunidad internacional intenta, con enormes dificultades, avanzar en grandes rondas de liberalización del comercio mediante la eliminación de aranceles y subsidios en todos los sectores. El gobierno de Donald Trump tiene al proteccionismo económico como su principal bandera.
El comunicado del G20 Finanzas tampoco menciona el gran pacto de lucha contra el cambio climático, el Acuerdo de París de 2015. “El tema no me incumbe”, se limitó a indicar Mnuchin al ser preguntado en conferencia de prensa.
“El texto final de esta reunión resume un desacuerdo entre un país y todos los demás”, declaró el ministro francés Michel Sapin, en una velada crítica a la Casa Blanca. Por su parte, Alemania, que preside este año el G20, obró para evitar cualquier enfrentamiento o fractura que fuera demasiado visible, e intentó minimizar estas rupturas con la doctrina del G20. “Los estadounidenses no han estado aislados. El papel de la presidencia es reunir, no aislar”, declaró el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schauble.n