AFP/ANSA
Kiev
Ucrania denunció ayer la entrada de tanques, blindados, cañones y tropas desde Rusia en la región ucraniana de Lugansk, cuya frontera está bajo el control de los separatistas prorrusos.
“El jueves, desde territorio ruso hacia la ciudad de Krasni Luch, en la región de Lugansk, se detectó el movimiento de una columna con 32 tanques, 16 obuses D-30 y treinta camiones Kamaz con municiones y efectivos”, dijo Andrei Lisenko, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania.
Ningún vocero oficial del gobierno ruso quiso comentar las acusaciones.
Lisenko ya había denunciado el jueves que en los últimos días había cruzado la frontera un convoy de ferrocarril con medio centenar de tanques T-64 y diez vehículos militares, todos sin distintivos.
“De momento, no podemos hablar de una ofensiva abierta, por cuanto es evidente que no tienen fuerzas suficientes en territorio de Ucrania para ello”, dijo en rueda de prensa.
Agregó que, según la tradición militar, el atacante debe ser cuatro o cinco veces más fuerte que el que se defiende.
“Los terroristas (milicianos prorrusos) no tienen esta ventaja. La ventaja está de parte de las fuerzas ucranianas”, subrayó.
El presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, advirtió ayer durante una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, que los acuerdos de Minsk de alto el fuego están amenazados.
Poroshenko “constató un retroceso significativo en el cumplimiento de los acuerdos de Minsk, lo que lleva a una mayor escalada del conflicto” en el este del país, informó la presidencia ucraniana.
Combates. Las fuerzas leales a Kiev y los milicianos separatistas reanudaron el jueves los combates, en particular en torno a la ciudad de Donetsk, principal bastión rebelde, pese al alto el fuego que rige en el este de Ucrania desde el pasado 5 de septiembre.
El coronel Lisenko dijo ayer que cinco soldados ucranianos murieron y otros 16 resultaron heridos en las últimas 24 horas en los combates en el sudeste del país, donde desde abril, cuando estallaron los combates, murieron más de 4 mil personas, según organizaciones internacionales, 400 de ellas –entre milicianos prorrusos, soldados y civiles– después del alto el fuego acordado el 5 de septiembre.
Gorbachov apoya a Putin. El último líder de la desaparecida Unión Soviética, Mijail Gorbachov, anunció que mañana, durante las celebraciones oficiales en Alemania por los 25 años de la caída del Muro de Berlín, a las que ha sido invitado, defenderá la posición del presidente ruso, Vladimir Putin, en el conflicto ucraniano.
“Defenderé con firmeza a Rusia y a su presidente, Vladimir Putin” en el foro político que tendrá lugar mañana al margen de las celebraciones en Berlín, dijo Gorbachov.
El ex líder soviético dijo estar “absolutamente convencido de que Putin defiende hoy día los intereses de Rusia mejor que nadie. Y que el problema de Ucrania no es más que un pretexto utilizado por Estados Unidos para inmiscuirse” en los asuntos de otros países”.