Por primera vez en 165 años, un jefe de Estado francés será padre en el ejercicio de sus funciones. Carla Bruni, la esposa del presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, se encuentra en fecha para dar a luz a su primer hijo. La primera dama, antigua modelo y cantante, se encuentra ya internada en la prestigiosa Clínica La Meutte, en el distrito XVI de París, a punto de ser madre por segunda vez.
Según dejó saber la pareja, el nacimiento del bebé Sarkozy no romperá con la apacible monotonía de los salones del Palacio del Eliseo, ocupados en siglos pasados por los emperadores de la dinastía Bonaparte o por la influyente madame de Pompadour, la amante de Luis XV. De hecho, la futura mamá asegura que no habrá un cuarto especial para el bebé en el Eliseo -construido en el siglo XVIII en la calle del Faubourg Saint-Honoré-. "Como mucho una cuna", confesaba en una reciente entrevista al canal de televisión galo TF1.
La pareja no conocerá el sexo del bebé hasta el alumbramiento. A la futura madre le da igual: "No tengo preferencias, quiero que sea una sorpresa", decía en otra entrevista. Ante la duda, los franceses hacen apuestas sobre el nombre que llevará el bebé presidencial. Si es nena, optan por "Marie", mientras que si es varón se decantan por "Jules" o "Baptiste". Aunque, como señala la prensa europea, a la hora de las apuestas hay quienes inyectan su dosis de humor: creen que Napoleón o Alejandro (Magno) encajaría muy bien entre una prole compuesta por Pierre (como «el Grande»), Jean y Louis, los hijos de Sarkozy.
La disfuncional familia presidencial francesa cuenta con varios hijos: el de ella es Aurélien (10 años), fruto de su relación con el filósofo Raphael Enthoven; Sarkozy -que vivió el divorcio de sus padres a la edad de 4 años- tiene tres hijos -Pierre, Jean y Louis-. El mayor, "el hijo rapero de Sarkozy" y de Marie-Dominique Culioli, se oculta tras el seudónimo de "Mosey" y es líder de un grupo llamado CrimeChantilly. Según la revista ¡HOLA!, entre sus trabajos como compositor y productor de hip-hop, rap, soul y R&B, figuran el tema "Freestyle", para David Banner y participó en algunas películas como "100% Debouze" y "Selon Charlie".
Jean Sarkozy, el otro hijo presidencial, es actor, y estudió en la Escuela de Arte Dramático con Jean Laurent Cochet, uno de los maestros de teatro más prestigiosos de Francia, que ha contado entre sus filas con actores de la talla de Gerard Depardieu o Fabrice Luchini. Tiene la costumbre de inscribirse en castings con el apellido de su madre, Culioli, para no ser tratado de forma diferente.
Se da también la inédita circunstancia de que la presidencia de Sarkozy (que fue abuelo el año pasado) tuvo dos primeras damas: su segunda esposa, Cécilia Ciganer, lo fue desde mayo hasta octubre de 2007. ¿El motivo? Las mutuas infidelidades y un divorcio nunca antes visto en el Palacio del Eliseo. La segunda es Carla, que se casó con Sarkozy un año más tarde. En una entrevista para la revista Elle, Carla se defendió de las acusaciones de la ex primera dama: "La exmujer de mi marido me tacha de ladrona de hombres. Pero todo el mundo sabe que los maridos se saben conservar o no".
Los paparazzi y decenas de curiosos se encuentran expectantes en los alrededores de la clínica La Meutte, a la espera de la gran noticia. Nunca se oyó el llanto de un bebé en el palacio del Eliseo en toda la historia francesa, pero ya en 1856 la emperatriz Eugenia -esposa del emperador Napoleón III- dio a luz a su único hijo, el desafortunado Luis Napoleón. Ciento sesenta y cinco años más tarde, otro jefe de Estado francés está a punto de ser padre.
El embarazo nunca fue anunciado oficialmente, por una cuestión de cábala. "Soy supersticiosa y, sí, he sido muy prudente (...) por eso no he hablado de esto", declaró Carla en una entrevista publicada por la BBC World Service. En La Meutte los Sarkozy reservaron cuatro suites especiales, para toda la familia. En los pasillos de la clínica, rondan miembros de un discreto aparato de seguridad, porque la familia presidencial no quiere llamar la atención de lo que calificaron como un acontecimiento "rigurosamente privado". Por eso Carla ya adelantó que ni ella ni su marido permitirán que el niño (o niña, no lo saben todavía) sea fotografiado.
(*) especial para Perfil.com
