INTERNACIONAL
Perfil.com en la gran manzana

Un día en el exclusivo hotel de Robert De Niro

Ambiente cálido sin estridencias, detalles exquisitos, servicio impecable y celebrities que van y vienen por los pasillos. Vea la fotogalería. Galería de fotos

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| Revista Vanity Fair

Con 88 habitaciones con un valor que va desde los 650 a los 5000 dólares la noche, el Greenwich Hotel ya es un clásico para las estrellas de Hollywood que pasan unos días en Nueva York. Con la privacidad y todos los caprichos asegurados, no dudan en hospedarse en lo de su amigo Bobby De Niro, quien camina silenciosamente por los pasillos de esta residencia ubicada en la zona de Tribeca.

"Triangle Below Canal Street", triángulo debajo de la calle Canal es lo que dio el nombre a esta zona del Soho neoyorkino de la que De Niro es un suerte de "alcalde de facto". Fue él el creador del festival de cine de Tribeca y posee propiedades por toda la zona incluyendo el hotel y varios restaurantes como el Tribeca Grill (en la misma cuadra) y los orientales Nobu.

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Con confortables habitaciones y varias suites, el estilo es muy despojado pero cálido a la vez: muebles de diseño, solidez italiana y toques orientales. Pisos de madera, paredes altas, mármol y pequeños detalles como buenos libros en cada cuarto. Magníficas vistas al río Hudson y acceso al spa libre para algunos servicios y masajes por unos 300 dólares la sesión.

Toallas, batas y pantuflas de la mejor calidad y un generoso frigobar más una canasta de golosinas como servicio gratis para el huésped (sólo se cobra por el alcohol). Por supuesto, conexión wi fi libre (no es común en los hoteles de alto rango en Estados Unidos) y un generoso plasma y un ipod con parlantes en el dormitorio.

El restaurante Ago, por estos momentos cerrado, ofrece cocina internacional pero con gran acento italiano como no podría ser de otro modo en el mundo De Niro. El apellido, también presente en los cuadros del lobby, obra de su padre, Robert De Niro Sr., datan de los ´60 y ´70.

Por la sala de estar exquisitamente decorada puede verse al socio de De Niro, Ira Druker, magnate del negocio hotelero en Nueva York quien supervisa cada detalle y conoce el rubro como pocos. La chimenea es el centro de charlas de los hombres de negocios relacionados al mundo de los medios que se alojan en el 377 de la calle Greenwich.

Pero no todas fueron rosas para el palazzo De Niro, ya que tuvo problemas durante su construcción porque en penthouse (donde vive el actor), estaba fuera de las normas de construcción de la ciudad de Nueva York. El edificio de 43 millones de dólares no pudo ser inaugurado según lo previsto y recién abrió sus puertas en abril del año pasado luego de varias batallas con las autoridades de la ciudad, que querían que fuese derribado.

Hoy The Greenwich Hotel descansa a pocas calles de tristemente célebre Zona Cero y por su lobby pasan figuras como Jennifer Anniston, quien está filmando en Nueva York, la top model Mila Jovovich o Edward Norton que sale a pasear no sin antes saludar a su colega y anfitrión, cuyo sello se impregna en cada rincón de esta peculiar zona de Manhattan.

(*) editora de Perfil.com