Tras más de una década sin el vergonzoso apartheid, Ciudad del Cabo, capital turística de Sudáfrica, vive un momento de esplendor. La ciudad es única y tiene un encanto mágico si uno está dispuesto a recorrer el lugar más occidental del país.
En Ciudad del Cabo, que se prepara para recibir a miles de turistas por el mundial, uno observa una mezcla de razas impresionante. En una misma playa se ve una musulmana completamente tapada y a pocos metros una mujer que no supera los 30 años haciendo topless. A pesar de ser el bastión más opositor del Congreso Nacional Africano (ANC), partido del cual es Jacob Zuma, el presidente, Ciudad del Cabo aceptó las reglas del juego y ya casi no se ven rasgos de épocas de racismo.
Fue en Ciudad del Cabo donde Nelson Mandela habló con su pueblo el 11 de febrero de 1990. Allí, desde el balcón del edificio municipal, pidió por la paz apenas recuperó su libertad. Su discurso fue el inicio de una nueva era para el país y cuatro años más tarde se llevó a cabo la primera elección democrática, el 27 de abril de 1994. Corrían los tiempos en los que los blancos temían venganza por parte de los negros.
Batallas. Holandeses e ingleses se disputaron el fuerte de la ciudad durante siglos, hasta que Sudáfrica obtuvo la independencia. En 1652 se asentaron los colonos de Holanda. Pero en 1795 los británicos obtuvieron el control del fuerte, tras la Batalla de Muizenberg. El Cabo fue devuelto a Holanda en 1803. La guerra se reanudó ese mismo año y las fuerzas británicas volvieron a ocupar el Cabo en 1806. En el tratado de paz de 1814 que finalizó la guerra en Europa, el Cabo fue incorporado permanentemente al Imperio Británico.
El centro de Ciudad del Cabo se sitúa en un extremo norte de la Península del Cabo. Uno de los paisajes más atracitvos es la Montaña de la Mesa, la cual forma una marcada depresión hacia la cuenca del la ciudad, con su meseta de sobre un kilómetro de altura y está rodeada de acantilados casi verticales, el Pico del Diablo y la Cabeza de León. Las nubes suelen posarse sobre la montaña, formando el "mantel de la mesa" como repiten los guías turísticos.
La ciudad, en números. Los mestizos representan el 48,5% de la población, seguidos por los negros africanos con un 31%, los blancos con un 19% y los asiáticos con un 1,5%. El 41,4% de los habitantes habla afrikaans; el 28,7%, xhosa; el 27,9%, inglés; el 0,7%, sesotho; el 0,3%, zulú; el 0,1%, setswana; y el 0,7% de la población habla una lengua no oficial. El 76,6% son cristianos, el 10,7% no tienen religión, el 9,7% son musulmanes, el 0,5% son judíos y el 0,2% son hindúes.
Todos los datos. Viajar a Ciudad del Cabo cuesta unos US$1010 (con impuestos incluidos). Si el destino es Johannesburgo, el valor ronda los US$988. Los vuelos parten los miércoles, viernes y domingos desde Buenos Aires. De regreso, los vuelos parten desde Johannesburgo los mismos días por la aerolínea South African Airways (SAA).
(*) De la redacción de Perfil.com.
