INTERNACIONAL
Arabia Saudita

Un periodista israeli filmó un video en La Meca, la ciudad sagrada del islam y desató el enojo de los árabes

Algunos medios locales y políticos acusaron al periodista israelí de socavar los intentos de Israel de acercarse a Arabia.

Gil Tamarys en La Meca.
Gil Tamarys en La Meca. | Captura de pantalla

Gil Tamary, un periodista israelí irrumpió y grabó un documental en La Meca, la ciudad sagrada del islam y donde solo pueden ingresar los musulmanes. Por esto mismo, se encuentra detenido, mientras las autoridades analizan qué hacer con él. 

El hombre ingresó a la zona sagrada de Arabia Saudita en un vehículo conducido por un hombre saudí, cuya identidad se reservó en el documental. Sin embargo, las oficiales de policía de la zona pudieron dar con él, por lo que será “procesado” según la ley. 

Tamary no solo ingresó, sino que recorrió los lugares más sagrados para los musulmanes y dejó registrado todo en video. Desde la Mezquita Al-Haram hasta el monte Arafat, el periodista documentó cómo los creyentes y peregrinos rinden honor a sus costumbres y creencias

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

De acuerdo con el relato del israelí que publicó en Canal 13 de su país, los creyentes no están obligados a pagar nada, ya que “están en el reino”, por lo que obtienen hospedaje, comida y agua en las carpas de campaña destinadas para su atención. 

 

La Meca y la polémica

El periodista logró evadir los controles de seguridad en la entrada a La Meca y las cámaras que vigilan el perímetro del distrito para evitar que cualquier no musulmán ingrese al lugar sagrado de la religión. 

Además, las señales de tránsito son muy claras: advierten que solo los musulmanes tienen que tomar la circunvalación y continuar hacia la ciudad santa

Gil Tamarys en La Meca.
En rojo, las señales de tránsito marcan la ruta que deben tomar los musulmanes.

El recorrido del periodista por la ciudad sagrada de los musulmanes finalizó, cuando unos clérigos comenzaron a discutir sobre la religión que practicaba el israelí. En consecuencia, Tamary y su guía se subieron al auto inmediatamente y salieron del distrito

El accionar del periodista fue fuertemente cuestionado por los medios locales y por políticos, quienes lo definieron como “irresponsable”, “perjudicial” y hasta una “estupidez”. Además, lo acusaron de irrumpir en la ciudad sagrada sólo por un “tema de audiencias”. 

Incluso, el ministro de Cooperación Regional de Israel, Issawi Frej, indicó a la cadena Kan que este reportaje socava los esfuerzos de Israel de acercarse a Arabia Saudita para lograr un acuerdo similar al de los “Acuerdos de Abraham”, alcanzado con  Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Marruecos. 

 

Los límites borrosos del periodismo

Varias coberturas periodísticas a lo largo de la historia fueron fuertemente cuestionadas por sobrepasar los límites de la información y avasallar el derecho a la intimidad de las personas o algunos grupos étnicos. En ese sentido, los medios argentinos tampoco estuvieron exentos de las críticas y la indignación de los demás sectores de la sociedad. 

A nivel internacional, puede mencionarse la toma del banco en Gladbeck, Alemania, done os periodistas que cubrieron el caso (esta reflejado en el documental Gladbeck en Netflix) llegaron a entrevistar a los ladrones, les compraron café e hicieron un show mediático de una toma de rehenes que terminó con dos jóvenes asesinados por los secuestradores.

"Los cuatro pecados del periodismo", según el papa Francisco

En Argentina, un caso muy emblemático fue cuando se publicaron las fotos del referente radical Ricardo Balbín en su lecho de muerte o la cobertura que realizaron los medios de la toma del Banco Nación en Villa Ramallo, cuando algunos periodistas se comunicaron por teléfono con los delincuentes y sus testimonios fueron difundidos por radio y televisión.  

Todos estos momentos, al igual que el de Tamary en La Meca, cruzan el límite de la información y ponen al periodismo en el ojo de la tormenta. 

RdC/fl