Chinchón, un pueblito de tan sólo 741 habitantes, dejó la paz habitual que caracteriza a los pequeños asentamientos y se convirtió en suceso: es que, gracias a las habilidades botánicas de un brasileño que vive en la frontera, pasó a ser " el pueblo con más marihuana que habitantes".
La finca que cultivó con gran paciencia el joven de 29 años, detenido por la Guardia Civil, contaba con más de 800 plantas de cannabis, valuadas en el mercado en aproximadamente 100.000 euros.
Si bien la tranquilidad zonal y la buena vegetación de la zona ayudaron en un principio al hombre a lograr tamaña finca, más adelante la curiosidad de los vecinos y los continuos rumores terminaron con el sueño del brasileño de " un negocio redondo".
"Este es un pueblo tranquilo, donde no somos muchos y quien más y quien menos sabe a qué se dedica el vecino", explicó María Luisa, según consigna el sitio español elpais.com.
Al saber se llega por curiosidad, y justamente las "extrañas" hojas que sobresalían por el muro de la finca levantaron las sospechas de uno de los habitantes de Chinchón, quien decidió compartir sus inquietudes con la Guardia Civil.
Inmediatamente, los agentes de la fuerza realizaron una pesquisa en la zona, que contó con un helicóptero que se dedicó a sobrevolar la plantación. No tardaron en darse cuenta, muy a pesar de los toldos colocados para cubrir las plantas, que lo que estaban presenciando era un amplio bosque de marihuana.
Si bien fue descubierto, el brasileño no es ningun improvisado. El hombre tenía una habitación totalmente equipada para el tratamiento de las plantas, fundamentalmente en invierno, con lámparas, humidificadores y secaderos.