Nueva York - La multimillonaria Leona Helmsley, la dueña de un imperio inmobiliario en Estados Unidos fallecida la semana pasada, desheredó a dos nietos y dejó en cambio 12 millones de dólares a su perrito, reveló hoy la prensa estadounidense.
La "reina de la maldad" confortó con sus últimas voluntades el apodo que se ganó en vida en los periódicos, ya que el principal beneficiario será Trouble, el pequeño maltés blanco del que nunca se separaba, según el Daily News.
El cuidado del perrito mimado quedará a cargo de Alvin Rosenthal, hermano de la difunta y menos afortunado que el can, ya que recibirá 10 millones de dólares. A sus nietos David y Walter accedió a dejarles 5 millones de dólares a cada uno, pero con condiciones: deben visitar por lo menos una vez al año la tumba del padre "preferentemente el día aniversario de su muerte", dice el testamento.
Craig y Meegan, los otros dos nietos, se quedaron en cambio sin nada "por razones por ellos conocidas", testó la acaudalada señora fallecida el 20 de agosto, que en 1972 se había casado con el magnate Harry Helmsley.
Juntos administraron una cadena de hoteles y otros negocios inmobiliarios, incluyendo el Empire State Building, actualmente el edificio más alto de Nueva York.
Una vez que el perrito Trouble sea llamado al otro mundo se reunirá con su ama en el mausoleo rodeado de doce columnas dóricas que será mantenido en perfecto estado gracias a un fondo de 3 millones de dólares que Leona Helmsley dispuso para seguir viviendo en el lujo con su perrito su vida de ultratumba.
Fuente: AFP