Miles de venezolanos se congregaron hoy en el centro de la capital del país, Caracas, dando lugar al primer gran acto del principal opositor al presidente Hugo Chávez, Manuel Rosas, quien se postula para sucederlo en la primera magistratura en las próximas elecciones.
A ocho semanas de los comicios una multitud llenó la céntrica avenida Libertador de seis carriles, donde el socialdemócrata Rosales criticó a Chávez por "regalar" la riqueza petrolera pero al mismo tiempo prometió mantener y mejorar los populares programas sociales del gobierno llamados "misiones".
Entusiasmado por la demostración de fuerza, Rosales celebró que llegaran "cuadras y cuadras de gente" a su acto, que hizo recordar los mejores tiempos de la oposición.
El candidato opositor califico como "mentira" que la espada de Simón Bolívar camine por Latinoamérica: "Lo que camina por América latina es la chequera de los venezolanos, regalando nuestra riqueza, regalando lo que es del pueblo, regalando el petróleo, nuestros dólares" a otros países.
Prometió que si llega al poder va a mejorar la "misiones" de Chávez: "las vamos a mejorar y a perfeccionar, pero no vamos obligar a nadie que esté en una misión para que esté en un partido político (...) Que no se preocupen los que quieran estar en las misiones", dijo dirigiéndose a la base social oficialista.
Señaló que Venezuela tiene "un gobierno títere (...) que lo gobiernan desde Cuba", en alusión a la alianza con el jefe de Estado cubano Fidel Castro.
"Tenemos en Venezuela a más de 80 mil cubanos dirigiendo los ministerios, las instituciones, metidos en las Fuerzas Armadas, hasta en los registros y las notarías, eso se va a acabar", aseguró.
Cuestionó además que en ocho años de gobierno de Chávez, la bonanza petrolera ha permitido a Venezuela obtener "ingresos por 400.000 millones de dólares", pero que "es una paradoja tener un pueblo pobre y gobierno muy rico", con 35.000 millones de dólares en sus reservas.
El candidato opositor y gobernador reelecto en el petrolero estado de Zulia dijo que "dos de cada tres venezolanos están desempleados o trabajan en la economía informal".
Rosales ratificó su proyecto para destinar una quinta parte de la renta petrolera para otorgar a los desempleados una tarjeta de débito con un saldo promedio de 300 a 500 dólares bautizada como "Mi negra" por el color del petróleo.
Dijo que las misiones de Chávez son "migajas que sobran del gran festín petrolero que hay en Venezuela".
Ofreció además a los inversionistas "respetar la propiedad privada" y seguridad jurídica "para que regresen los capitales".
Cuestió a Chávez porque en sus ocho años de gobierno se han cometido "más de 90.000 crímenes y asesinatos" y que "todas las semanas hay cientos de muertos en Venezuela" a manos de "la delincuencia, la guerrilla y los paramilitares".
Y sin mencionar a Chávez, recordó que el presidente "dice que se va a quedar allí hasta que se muera, como si fuera el dueño de Venezuela" para finalizar diciendo que la disyuntiva en Venezuela es: "La democracia, la libertad o la dictadura".