Los presidentes de Colombia, Venezuela y Ecuador compartirán hotel en la ciudad de Brasilia, adonde mañana asistirán a una sesión extraordinaria de la Cumbre de Unasur que debió ser suspendida en marzo a raíz de un conflicto entre los mandatarios de los tres países.
A principios de año, la operación militar colombiana que incursionó en territorio ecuatoriano y abatió al líder de las FARC, Raúl Reyes, generó un enfrentamiento entre Álvaro Uribe y los presidentes Hugo Chávez y Rafael Correa.
Ahora, Uribe, Chávez y Correa se alojarán en el hotel Sol Meliá de Brasilia, un cinco estrellas ubicado en el centro de la ciudad, sólo días después de que la llama del conflicto multilateral volviera a encenderse, esta vez a raíz de un informe de Interpol.
El informe estableció que el gobierno colombiano "no manipuló" los documentos hallados en la computadora de Reyes que vinculan a Chávez y a Correa con las FARC, lo que generó una reacción violenta de parte del gobierno venezolano.
Mientras tanto, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el presidente boliviano Evo Morales, quienes llegarán a Brasilia hoy por la noche. se alojarán en otro hotel.
Los únicos gobernantes que no estarán presentes, según fuentes de la organización, son el peruano Alan García y el uruguayo Tabaré Vázquez, quienes estarán representados, respectivamente, por el ministro de Relaciones Exteriores, José Antonio García Belaunde, y el vicepresidente, Rodolfo Nin Novoa, informó el portal Noticias24 .
Paraguay es un caso notable porque asistirán el presidente, Nicanor Duarte, y su sucesor, el ex obispo católico Fernando Lugo, ganador de las elecciones de abril pasado y quien tomará posesión del cargo en agosto próximo.
Mañana, los mandatarios firmarán el tratado constitutivo de la Unasur en un acto que se realizará en el Centro de Convenciones de Brasilia y luego se trasladarán al Palacio de Itamaraty, sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, para un almuerzo que supondrá el fin de la cumbre.
Sin embargo, también se negocia la posibilidad de que los líderes tengan una discusión reservada, a fin de analizar la situación regional e intentar un acercamiento entre Chávez, Uribe y Correa.