El feroz incendio en una torre de Londres provocó la muerte de al menos 12 personas y otras 70 resultaron heridas, según las cifras que manejan los servicios de ambulancias y la policía. Varios testimonios del siniestro describieron la situación como un "horror" y presenciaron como algunos inquilinos del edificio saltaron desde las ventas para protegerse de las llamas.
Otros testigos relataron a la agencia de prensa británica PA haber visto a padres lanzar desde la ventana a sus hijos, hacia gente que se hallaba en las aceras, para salvarlos del fuego.
Khadejah Miller, que vive en un inmueble vecino, relató en diálogo con la AFP: "Oí gritos de todas partes y vi a gente saltar por la ventana. La torre estaba totalmente incendiada. Era un horror".
Hanan Wahabi, de 39 años, pudo salvarse junto a su marido, su hijo de 16 años y su hija de ocho que vivían en el noveno piso. Fue despertada hacia la una de la madrugada por la humareda: "Vi cenizas entrar por la ventana del salón, que había quedado abierta. Miré hacia fuera y vi cómo las llamas se elevaban hasta la ventana. La cerré rápidamente y salí", describió.
Sin embargo, en la misma torre residía su hermano, Abdelaziz El-Wahabi, la esposa de éste, Faouzia y sus hijos, aunque en el piso 21. De ellos no sabe nada: "Llamé a mi hermano en cuanto salí para saber si estaba bien. El fuego no había llegado aún hasta lo alto del inmueble. Me dijo que iban a bajar. Luego nos volvimos a llamar y me dijo que había demasiada humareda" explicó la mujer. Y agregó: "La última vez que lo vi, agitaba los brazos desde la ventana con su mujer y sus hijos. Luego volví a hablar con su mujer por teléfono mientras él hablaba por teléfono con los bomberos. Eso fue hacia las 2 de la madrugada. Desde entonces estoy sin noticias, el teléfono se ha cortado".
Adi Estu, de 32 años, en pijama y abrigo, fue evacuada de su cercana vivienda y contó haber oído a los residentes del edificio incendiado pedir socorro: "Era horrible, horrible. Los hemos visto morir. ¿Cómo olvidar eso?".
La torre acababa de ser reformada un año atrás, especialmente las ventanas y el sistema de calefacción. Salah Chebiouni, de 45 años, que logró salir del edificio, declaró a la AFP que aquello olía a "plástico quemado", en referencia a las recientes obras de renovación, dice: "Parecía metal, y yo pensé que habían hecho algo sólido. En realidad, era plástico".
Los bomberos aún siguen tratando de apagar el fuego:
