Aylan Kurdi, el niño sirio de 3 años que murió ahogado, inspiró al famoso escultor indio Sudarsan Pattnaik, quien realizó una escultura de arena en una playa de Gaza para rendirle un homenaje al pequeño.
La obra reproduce la icónica escena que dio la vuelta al mundo. Se muestra al pequeño fallecido boca abajo en la orilla de la playa, vestido con un pantalón azul y una remera roja.
Como se recuerda, la imagen del cuerpo inerte del nene, que se ahogó junto con su madre y su hermano en la costa de Turquía al intentar huir del Estado Islámico, elevó el mensaje sobre la necesidad de que más países reciban a los refugiados, que intentan sobrevivir al terror de la secta yihadista.
Cuando circuló la foto de Aylan, dibujantes de todo el mundo decidieron hacer lo mismo que Pattnaik y brindarle un tributo a través de su arte.