Washington - El presidente del Banco Mundial (BM), el estadounidense republicano Paul Wolfowitz, levantó hoy bruscamente la conferencia de prensa final de las reuniones de primavera del FMI y el BM, luego de media docena de preguntas acerca de si pensaba renunciar a su cargo en medio de un escándalo por pagar sobresueldos a su novia.
Wolfowitz aseguró que tenía la intención de seguir al frente de la institución, a pesar del escándalo que lo salpica por haber pagado sobre sueldos a su novia y la "gran preocupación" expresada por los países miembros.
Ante unos 150 periodistas de todo el mundo, el ex número dos del Pentágono, acusado de otorgar beneficios salariales a su pareja, resolvió levantar la rueda de preguntas y respuestas cuando aún el moderador había dado tiempo para una intervención más de la prensa.
"Este es un trabajo importante y tengo la intención de continuarlo", afirmó Wolfowitz en la rueda de prensa final de la reunión de primavera del BM y del Fondo Monetario Internacional (FMI), a la que puso fin bruscamente, tras ser consultado seis veces sobre su posible renuncia, en una decena de preguntas.
Cada vez, el nervioso presidente dijo que no haría ningún comentario mientras el consejo de administración de la institución financiera siga analizando las condiciones salariales que otorgó a su novia Shaha Riza para que abandonara el Banco hace año y medio a fin de evitar conflictos de interés.
Wolfowitz justificó su intención de seguir al frente de la institución en la necesidad de seguir luchando contra la pobreza en el mundo, principalmente en Africa, a la espera de que el consejo de administración presente sus conclusiones, en un plazo todavía sin determinar.
Momentos antes, el Comité de Desarrollo del BM, la más alta instancia dirigente de la institución, había manifestado su "gran preocupación" por el escándalo y las consecuencias para la imagen del organismo.
"Tenemos que garantizar que el Banco pueda llevar a cabo eficientemente su mandato y mantener su credibilidad y su reputación, así como la motivación de su personal", explicó el comité, que representa a los ministros de Finanzas de los 185 países miembros.
Seis veces, en una decena de intervenciones, los periodistas le preguntaron a Wolfowitz si pensaba dejar su cargo. Otras tantas veces el titular del BM se limitó a elogiar el trabajo que realiza la institución y a destacar lo importante de la tarea para combatir la pobreza.
"Creo en esta organización", dijo cuando se le preguntó cómo pensaba cumplir cabalmente sus funciones ante la magnitud que adquirió el escándalo, el cual consideró una "cuestión seria" de la que ya se está ocupando el directorio de la entidad.
"Este es un trabajo importante y tengo la intención de continuarlo", sostuvo.
Visiblemente nervioso e incluso perdiendo la voz en una ocasión, Wolfowitz, que recibió el respaldo de la administración de George W. Bush, se remitió una y otra vez a un comunicado oficial al ser interrogado por ejemplo si "¿ No se preguntó si por el bien del Banco usted debería simplemente irse?", o a cuestionamientos sobre si podrá ahora promover la lucha contra la corrupción -su bandera de campaña- sin que ello suene "hipócrita".
Ante una última consulta sobre su continuidad en la institución, Wolfowitz repitió unas pocas palabras y concluyó: "Vamos a parar aquí", dando fin a la rueda de prensa.
El Consejo de Administración del BM reveló el viernes que no había sido informado por Wolfowitz de las condiciones salariales otorgadas a su novia Shaha Riza, tras su nombramiento, para que dejara la institución y evitara conflictos de intereses.
Gracias al acuerdo alcanzado, la novia del presidente siguió cobrando 61.000 dólares del BM después de abandonar la institución y pasar al Departamento de Estado estadounidense, elevando su sueldo a 193.590 dólares anuales, más de lo que gana la secretaria de Estado, Condoleezza Rice.
Fuente: AFP