El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llevó a la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU) un mensaje directo: sin el respaldo económico y político de China, Rusia no podría sostener su ofensiva.
El mandatario reclamó a Pekín que use su influencia sobre Moscú para poner fin a la invasión que ya lleva más de dos años, en un escenario donde Washington también acusa a China e India de financiar indirectamente la guerra a través de la compra de hidrocarburos rusos.
“Si China realmente quisiera que esta guerra terminara, podría obligar a Moscú a poner fin a la invasión. Sin China, la Rusia de Putin no es nada”, afirmó Zelenski ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde recordó que Pekín es miembro permanente.

Al mismo tiempo, denunció que el Kremlin está utilizando drones de largo alcance para poner a prueba las defensas aéreas de la OTAN y buscar vulnerabilidades en Europa.
El discurso de Zelenski recibió una réplica inmediata de China, que rechazó las acusaciones de ayudar militarmente a Rusia. “Desde el primer día de la crisis, China ha mantenido una posición objetiva e imparcial, llamando al cese de las hostilidades y promoviendo conversaciones de paz hacia una solución política”, dijo el embajador adjunto Geng Shuang.
Pekín insiste en mostrarse como mediador, aunque Kiev denuncia que su neutralidad es solo aparente.
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La presión de Estados Unidos
La jornada también estuvo marcada por las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, quien calificó a China e India como los “principales financiadores” de la guerra de Rusia en Ucrania.
“Al seguir comprando petróleo ruso, sostienen el esfuerzo bélico de Putin”, lanzó el mandatario republicano, en línea con la estrategia de aislar a Moscú y aumentar la presión internacional sobre sus aliados comerciales.
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