El Estadio Islas Malvinas fue el escenario de un duelo decisivo para el otro torneo que tiene la Liga Profesional: la lucha por no descender. ¿Los protagonistas? El Patrón que está en la cuerda floja y el Guapo recién ascendido, que necesita generar un buen colchón de puntos. Estos equipos fueron los personajes de una noche negra por parte del arbitraje de Jorge Baliño, acompañado con las polémicas del VAR -que llegó para impartir justicia y no lo logra- y que genera más inconvenientes que antes. Esta tecnología, que llegó para allanarle el camino a los jueces de los partidos y así disminuir el margen de error en el manejo de los partido, empuja al abismo a los árbitros y al sistema en la mala toma de decisiones.
Las polémicas del VAR pasaron la línea de los insultos entre los protagonistas e involucraron el ingreso de efectivos policiales para calmar la situación. Algo que no sucedió, ya que el tumulto y los empujes tomaron las riendas y se desató el caos entre los presentes.
El sinfín de polémicas comenzó con una que marcó el partido: a los 22 minutos de la primera parte se le anuló un gol a Axel Rodríguez de Patronato. El punta metió un golazo para enmarcar, pero Baliño lo anuló por un presunto offside, cuando en realidad la pelota impacta en un defensor de Barracas lo cual deja al delantero del Patrón en una posición lícita y el gol era válido.
Se fue otro: Alfredo Berti renunció como DT de Barracas Central
Allí el termómetro empezó a tomar temperatura, sobre todo en Facundo Sava, DT de la visita. Esta fatal decisión ensució el resto de las indicaciones de Baliño en el match: incluso la expulsión, bien determinada, de Castro dejando con un hombre menos a Patronato y el gol de Colmán para los que hacían de locales. Pero para echarle más leña al fuego llegó una acción insólita que determino el triunfo de Barracas.
El encuentro terminó 2-1 para el Guapo, resultado que se definió en una jugada increíble. Cuando parecía que Patronato se llevaba el triunfo 2-1, VAR mediante, Baliño anuló el tanto de los de Paraná y otorgó penal en la otra área para el Guapo, sí todo en la misma jugada.
El grito de gol de Lozano quedará para el recuerdo porque Baliño y el VAR tenían los ojos puestos en una infracción en el comienzo de la jugada. Una supuesta falta de Giani a Calderara, la cual Baliño fue a chequear, compró y otorgó la pena máxima a Barracas. Mouche cumplió con los deberes y lo intercambió por el gol del polémico triunfo.
Llegó el estallido que llevó al conflicto. Facundo Sava entró a al terreno de juego, desaforado, con un apuntado, Jorge Baliño. El DT de Patronato lo empujó e insultó de arriba a abajo al juez. Lo que había comenzado en el PT con el “cagón” de Sava para Baliños que significó su expulsión continuó en el final. Con la Policía interviniendo, con un efectivo en el suelo, con empujones por doquier... fue el cierre de una jornada que tuvo de todo menos fútbol con Chiqui Tapia presente en el estadio.
“Me dan ganas de llorar, irme a mi casa y no dirigir nunca más en mi vida”, cerró Sava para una noche negra para el fútbol.
BL PAR