Claudio Zuchovicki, economista y gerente del Desarrollo de Mercado de Capitales de la Bolsa de Buenos Aires, fue entrevistado por Jorge Fontevecchia en Radio Perfil y detalló un panorama de “pocas expectativas”. Asimismo, subrayó que “la economía es la consecuencia y la que marca el terreno es la política” y, en ese sentido, agregó que es importante incentivar la “inversión real” para proyectar un mejor futuro.
¿Creés que el 6,7% de inflación, que se conoció ayer sobre el mes de marzo, se proyecta a un 60% anual o más? ¿Coincidís, como algunos funcionarios económicos piensan, que en el segundo semestre la inflación bajará y podría estar más cerca del 50%?
Honestamente, no sé bien la respuesta. Depende de lo que hagan, las medidas que tomen a partir de ahora. Es probable que baje un poco este número pero dudo que sea mucho porque todavía faltan el ajuste de tarifas y el del dólar oficial que son las dos cosas que menos subieron, si tomo en cuenta los dos últimos años. Creo que lo que más me duele no son tanto los datos del presente, sino la poca expectativa que uno tiene con respecto al futuro en todos los ámbitos. Nadie te pregunta ¿cuánto va a mejorar?, sino ¿cuándo explota?. Más allá de todo lo que se pueda informar, ya están los precios, la inflación que estamos discutiendo hoy, la gente ya la vivió: es el dato de marzo y estamos en abril. No veo medidas para cambiar esas expectativas.
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¿Puede estar ahí la explicación de la complejidad del fenómeno? ¿Es la expectativa lo que está determinando la inflación más que la realidad macroeconómica concreta?
La respuesta será confusa. Mi formación, y lo que creo, siempre lo pongo como un ejemplo: no estoy gordo por lo que comí en anoche, yo estoy gordo por una secuencia de desajustes de mucho tiempo y, por más que haga una semana de ayuno, es probable que me muera por eso. Medir los efectos monetarios es la acumulación de un exceso de emisión previa, pero también de una expectativa de que no va a durar mucho tiempo. Usando tu argumento, si van a seguir teniendo déficit fiscal, y nadie está dispuesto a financiarlo, ¿cómo lo van a financiar entonces? Subiendo impuestos, bajando gastos o emitiendo. Da la sensación de que esto puede durar un tiempo pero tarde o temprano cuando tengas que subir otras variables no crees mucho en esa no emisión.
Fíjate la diferencia de la reserva federal. También se conoció el dato de Estados Unidos, la inflación más alta en mucho tiempo, pero los mercados no se vieron tan afectados porque saben que la Reserva Federal se está ocupando. La credibilidad sobre el Banco Central es tan alta que con eso calman las expectativas.
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En Argentina necesito preguntarte a vos, ¿por qué no es económico eso? Yo puedo explicar una inflación con datos económicos por varias causales pero hay un punto de inflación que es político que es la credibilidad tener el poder político para hacer lo que hay que hacer. No solo ejecutivo. Prendés la televisión y pensás si verdaderamente la sociedad está dispuesta a hacer los cambios de fondo que duran en serio, porque el problema es estructurar. Hay muchos puntos de inflación que se los lleva la política.
Lo que está afectando la inflación de hoy son las expectativas futuras, no la situación monetaria ni de déficit, de cómo se va a resolver la deuda en pesos. Hay una mirada a futuro y el futuro es esencialmente impredecible. Es finalmente un tema de clima, de sensación. Alguien puede creer que en Argentina en diciembre del año próximo tenga un nuevo gobierno que encuentre la manera de producir un cambio económico y que despegue o todo lo contrario...
Estoy de acuerdo con eso. Por ejemplo, lo que sucedió en 2017 que vos mencionas, también fue político, cuando dijiste que los economistas del mundo proyectaban buenas expectativas y se equivocaron. Se había prometido una vez ganada la elección de que se iba hacer una reforma laboral, para controlar el déficit fiscal de tarifas, pero el 28 de diciembre dijeron no, no vamos a hacer eso. El Banco Central cambia de política, se emite de otra manera. Después dijeron: no pudimos hacer la reforma previsional, ni laboral, ni suba de tarifas, entonces el mercado se desilusionó de lo que vos habías prometido que ibas a hacer y con lo que terminaste haciendo después. La economía es la consecuencia y la que marca el terreno es la política.
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Está claro que ante cualquier cosa que haga el Gobierno, no se le cree. Eso tiene que ver con la historia pasada ya que las administraciones económicas del país fueron siempre erróneas y la de los Estados Unidos, por lo general, más acertadas y por eso el mercado confía más en ellas. Teniendo en cuenta eso te hago una serie de preguntas, ¿no es lógico suponer que a un país, que le fue siempre mal en las perspectivas económicas, le va a seguir yendo mal y viceversa? ¿Puede haber una oportunidad de subvaloración de las posibilidades de mejoramiento de la Argentina y de la sobrevaloración de las posibilidades de un país como EEUU? ¿Los inversores no compran en baja y venden en alta? ¿No hay más posibilidades de que Argentina sorprenda para bien?
En términos personales, si vos me preguntás, hoy compraría algo de activos argentinos porque, como dicen los Les Luthiers, "Felices los que poco esperan porque jamás serán desilusionados". Mucho de esto está metido en los precios. Porque un bono argentino está al 30% de paridad y ya hasta el 2030 no tenés vencimientos porque Argentina estiró toda la deuda con el Fondo. ¿Estamos mal? Sí, pero ya están los precios. Te doy un ejemplo muy personal, mi hermano es mexicano y vino a visitarnos con toda su familia. El primer día me dijo que venía en taxi con una app y que se lo pague. Y me dijo que no era por tacaño, sino porque el taxi costaba 10 dólares. Yo tenía un billete de 50, el mínimo. Le dije que me de el vuelto en pesos y el taxista le contesta que no tenía tantos pesos. Me pidió entonces que le pague el taxi. Después me invitó a comer, algo raro.
¿Lo que decís es que los precios en la Argentina son ridículos en dólares?
Claro, pero no con un americano, con un europeo, en euros. Hoy somos más baratos para la región que antes. ¿Somos tan malos para valer eso? Keynes decía que no hay peor dolor que el soportable. ¿Tendría activos americanos? No, a mi gusto están sobrevaluados y, los argentinos, están subvaluados. Ahora, el presente argentino es horrible estructuralmente. Estamos hablando de inversiones a corto plazo, en las que yo te digo, bueno voy a comprar acciones, bonos, pero me decís, ¿compro una segunda máquina? Y no sé si no tengo gasoil, y si voy a tener energía, o no sé si me van a poner impuestos por una máquina nueva, o poner un impuesto por un departamento ocioso. Mientras no se incentive la inversión real Argentina siempre será un tobogán descendente.