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Frente de Todos

Felipe Solá: "Mientras la interna sea el tema, se tapan todos los problemas reales de los argentinos"

El ex canciller reflexionó sobre la frase que dijo ayer Cristina Kirchner en el CCK: “Que te pongan una banda y que te den el bastón no significa que tengas el poder”. Y sostuvo que "es injusto pretender darle una interpretación vinculada al Gobierno actual". Escuchá la entrevista completa.

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El ex canciller Felipe Solá. | NA

El ex canciller Felipe Solá habló con Jorge Fontevecchia en Radio Perfil sobre el discurso que Cristina Fernández de Kirchner dio en el encuentro de EuroLat en el CCK.

Ayer Cristina Fernández de Kirchner dijo: “Que te pongan una banda y que te den el bastón no significa que tengas el poder”. ¿Qué análisis hacés de esa reflexión y del discurso completo?

Estoy totalmente seguro de que dentro del contexto de lo que estaba hablando la vicepresidenta, eso correspondía. Estaba hablando del debilitamiento de los tres poderes frente al avance del cambio tecnológico privatizado y la concentración del poder económico y financiero en general.

Esa frase se pretende atribuir al Gobierno que integra ella, uno sabe cómo reacciona la audiencia, que estaba en silencio escuchándola, correspondía perfectamente. Es injusto pretender darle una interpretación vinculada al Gobierno actual. Lo que ella quiso decir es que, los hechos formales que hacen a un Gobierno, lo que se espera formalmente, no se corresponde con el poder real que se tiene frente a la sociedad. La gobernabilidad ha disminuido mucho.

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¿Por qué creés que resulta verosímil que las tapas de todos los diarios hayan hecho foco en esa frase, atribuyéndola a "Alberto Fernández, no te la creas", cuando en realidad es "yo no me la creí frente a los poderes fácticos"?

Me parece que hubo una disociación dentro del Gobierno, alrededor de la cuestión del Fondo que tenía elementos previos, como la semana posterior a las PASO del 12 de septiembre. Cuando sucede algo así, sobre todo en momentos tan difíciles para la economía argentina, me parece que cualquier cosa que se diga va a hacer que parezca una fractura expuesta.

Mientras la interna sea el tema, se tapan todos los problemas reales de los argentinos. Si se va a aturdir con pequeñas frases de la interna, van a lograr que mucha gente pierda de vista cuál es el objetivo. Cuando se habla de inflación se habla de la palabra "espiral", que yo subo porque el anterior subió y el otro sube porque yo subí. Ese fenómeno de espiralización genera tensiones dentro del Frente, las tensiones vuelven a generar inflación.  

Este clima indicaría una falta de fuerza para enfrentar un fenómeno de reacción concentrado. Quien combate la inflación en el Gobierno parece muy solo, que es Feletti. Los precios regulados suben más que los no regulados, es fácil. Que las empresas expliquen por qué subieron. Es inflación de costos, no de demanda. El mercado de alimentos en general es un mercado cautivo y concentrado a la vez, hay que enfrentarlo con elementos de todo tipo. La comunicación es un elemento fundamental que el Gobierno olvida.

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¿Cuál es tu balance de la gestión de Guzmán?

Ha sido el ministro de deuda y mostró un alto nivel de formación política y de relaciones internacionales. Se admiten críticas sobre el tempo con el que él manejó el acuerdo con el Fondo pero no hubo la información adecuada. El final de la negociación fue duro. Guzmán fue un un muy buen negociador de la deuda externa privada, lo que está en el tapete es hasta dónde puede ser ministro de Economía.

Por estos días, se está hablando mucho de modificaciones en el Gabinete. ¿Sentís que hace falta algún cambio de nombres para agilizar la gestión? 

Es un tema muy concentrado en el Presidente, no voy a opinar del cambio de Gabinete, es muy fácil desde el balcón hablar de cambios allí.

¿Agilizan o no?

A veces sí y, a veces, son una decepción. Tenemos una Argentina cansada, tuvimos un enorme entusiasmo en la campaña del 2019. Los primeros meses antes de la pandemia no hubo una reacción vinculada al consumo porque la Argentina venía de cuatro años en los que solo creció el PBI en 2017 sobre la base de una caída muy fuerte en 2016. La pandemia llegó sobre un pueblo que todavía estaba esperando un cambio y cayó algo que fue tremendo, que agotó emocionalmente a los argentinos. En el Gabinete no debe haber muchos adeptos a uno, sino los que se consideran mejores, aún a riesgo de que tengan ego o que quieran lucirse, tener gente que tenga proyección posterior. La gente merece al mejor en cada lugar.

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¿Me equivoco si digo que partes de las críticas que le hace el kirchnerismo más cercano a la vicepresidenta, al funcionamiento del Gobierno, estás más cerca de compartirlas que de disentir con ellas?

No son tan explícitas, esa historia que ahora vemos en esa disociación es una historia mucho más larga que estos dos años de gobierno. La vicepresidenta es parte integral del Gobierno, sus hombres y mujeres son parte de él y tienen responsabilidad por la gestión actual. Están indisolublemente atados y cada funcionario tiene una responsabilidad con quienes los han votado. Va a haber un acuerdo con las cuestiones básicas que afectan a los argentinos, tiene que ser un acuerdo político y también personal.

El mundo cambió completamente con la invasión rusa a Ucrania ¿Ves más oportunidades que amenazas en este crack geopolítico?

Oportunidades hay si logramos domar un poco la locura interna de precios, si tenemos un aumento del consumo y de bienestar de la gente. La Argentina tiene que cambiar de ánimo, hay que jugar fuerte, no mostrar dudas.

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¿Dónde ves esas dudas?

En la ausencia de medidas, en la soledad de Feletti.

¿Habría que haber sido más duro con el control de precios?

No, más inteligente y usar todas las herramientas. La comunicación es una herramienta fundamental. Mostrarse compacto, explicar cuál es la lucha.

¿Sentís que desde el ministerio de Economía no se actuó inteligentemente y se lo dejó a Feletti solo?

No es dejar una persona como un emblema de la lucha, fallida o no: hay que poner todo sobre el tapete.