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POLÍTICA Y RELIGIÓN

Continúa la persecución de sacerdotes católicos en Nicaragua

La denuncia surge a partir de una serie de detenciones y violaciones de las libertades democráticas por parte del gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Organismos de derechos humanos se suman a los reclamos de la institución religiosa.

Detención de sacerdotes en Nicaragua
Detención de sacerdotes en Nicaragua | AFP

La Iglesia católica de Nicaragua denunció la detención de un sacerdote en el norte del país en medio de fuertes tensiones con el gobierno de Daniel Ortega y mientras el obispo Rolando Álvarez continúa sitiado por la policía en la curia episcopal del departamento norteño de Matagalpa.

El presbítero Oscar Benavidez, de la parroquia Espíritu Santo de la localidad de Mulukukú, fue arrestado el domingo por la tarde. Se desconocen las causas. La Diócesis pidió a las autoridades información sobre su paradero.

El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) condenó la detención arbitraria del párroco Benavidez. Fue sacado de su vehículo y llevado en una patrulla con rumbo desconocido. Mulukukú es un municipio rural del norteño departamento de Matagalpa que, en la década de ochenta, durante el primer gobierno de Ortega, fue escenario de cruentos combates entre sandinistas y rebeldes contras apoyados por Estados Unidos.

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La detención del religioso se suma a denuncias de otros dos sacerdotes de la zona rural de Matagalpa a quienes la policía les impidió asistir a las procesiones del fin de semana. El párroco del municipio de Terrabona, Aníbal Manzanares, recibió el viernes una prohibición de la policía para realizar procesiones y actividades fuera de la iglesia, mientras al sacerdote Fernando Calero, del municipio de Rancho Grande, se le impidió viajar el domingo a la ciudad de Matagalpa para asistir a una misa.

Esto ocurre mientras el obispo de Matagalpa y administrador de la Diócesis de Estelí, monseñor Rolando Álvarez, cumple 14 días cautivo y rodeado por la policía en la Curia episcopal de la ciudad, a unos 130 kilómetros al norte de Managua.

Organizaciones de nicaragüenses en el exilio le pidieron al papa Francisco que no los deje solos y que escuchen su palabra frente al régimen de terror que ha instaurado Ortega. La policía informó que investiga al obispo Álvarez por incitar al odio y organizar grupos violentos, después de que saliera a la calle e increpara a los agentes policiales con la imagen del Santísimo Sacramento, uno de los símbolos más venerados por los católicos.

En esos días el gobierno de Ortega había anunciado el cierre de siete emisoras de radio adscritas a la Diócesis de Matagalpa como parte de la clausura de una docena de medios de prensa independientes en menos de 72 horas. Otros dos sacerdotes católicos están presos desde el mes pasado tras ser acusados por presuntos delitos comunes.

MR PAR