Siguieron las protestas este fin de semana contra el nuevo gobierno y el Congreso del Perú. En el norte y el sur del país hubo rutas y aeropuertos bloqueados y se multiplicaron los choques entre los manifestantes y los policías. Las organizaciones sociales llamaron a una huelga por tiempo indefinido a partir de este lunes.
Por cuarto día consecutivo, los seguidores del expresidente Pedro Castillo, que asegura ser blanco de un plan maquiavélico planificado por la actual presidenta, Dina Boluarte; el presidente del Congreso y la Justicia, protestaron en las calles.
El golpe por golpe de la democracia peruana
Hubo dos muertos y más de 20 heridos en enfrentamientos con piedras y gases lacrimógenos. Miles de personas se movilizaron en Cajamarca, Arequipa, Tacna, Andahuaylas, Huancayo, Cuzco y Puno, entre otras regiones.
Dos de las mayores empresas de viajes interurbanos en ómnibus anunciaron la suspensión de sus rutas desde Lima y Arequipa, la segunda ciudad del país, a unos 1.010 kilómetros al sudeste de la capital, incluido el centro turístico de Cuzco, debido a los bloqueos de rutas.
Una sesión en el Congreso que terminó a los golpes
El Congreso unicameral examinó ayer diligencias preliminares de la investigación fiscal sobre Castillo y quienes hasta el miércoles fueron su jefa de gabinete, Betssy Chávez, y su ministro del Interior, Willy Huerta, por posibles delitos de rebelión y conspiración en relación con el mensaje presidencial sobre el cierre del parlamento y el establecimiento de un gobierno excepcional con suspensión de garantías constitucionales y toque de queda. La sesión terminó a golpes de puño entre los legisladores.
‘El 18 Brumario de Pedro Castillo’
Por esa decisión, interpretada como un golpe de Estado, Castillo no tuvo apoyo de su partido ni de su gabinete ni de las fuerzas armadas y de seguridad. Lo destituyó el Congreso y juró la vicepresidenta Boluarte, que no descartó llamar a elecciones anticipadas. Su mandato vence el 28 de julio de 2026.
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