Cristian Jerónimo, en representación de la renovada CGT, explicó a Jorge Fontevecchia su oposición a la "modernización laboral" del gobierno, calificándola de regresiva e ineficaz para la crisis. Argumentó que el problema de la competitividad y la informalidad (50% en el país) no reside en los convenios colectivos, sino en la enorme carga fiscal a las empresas y la falta de reactivación industrial. Insistió en que cualquier solución para incluir a los informales requiere una reforma tributaria profunda y que el gobierno no interfiera en la negociación entre capital y trabajo.
Cristian Jerónimo es un dirigente sindical que actualmente se desempeña como uno de los flamantes integrantes del nuevo triunvirato que conduce la CGT. También es el Secretario General del Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio y Afines de la República Argentina. Ha expresado su desacuerdo con la reforma laboral propuesta por el gobierno de Javier Milei, advirtiendo que la CGT no aceptará un retroceso en los derechos de los trabajadores.
JF: Hablábamos previamente con sus otros colegas del Triunviro de la CGT. Lo que vemos es una renovación en la conducción de la CGT, lo que a todas luces luce como algo una renovación generacional, lo que a todas luces aparece como positivo, así que... bueno. Primero felicitarlo y luego pedirle que nos amplíe para nuestra audiencia por qué usted y la CGT se oponen a lo que el gobierno llama "Modernización laboral".
CJ: El problema es que estamos ante un proceso político con un modelo económico que muchas veces prioriza la especulación financiera y no nuestra matriz productiva. Y cuando no le funciona el modelo económico, empiezan a inventar cosas, en este caso, diciendo que la Argentina necesita de una reforma laboral regresiva o planteando que la Argentina necesita una reforma laboral regresiva con quita de derecho para hacer a las empresas más competitivas. Y la realidad es que, si queremos que las empresas sean más competitivas, necesitamos que se reactiven la economía y el mercado interno, que es algo que hoy no está sucediendo.
JF: Recién hablábamos con un macroeconomista que, además, ha sido colega y a la vez profesor de Milei, y él decía que antes que la reforma laboral lo primero que habría que hacer es una reforma que permita que el Banco Central sea independiente del Poder Ejecutivo porque eso le daría estabilidad, credibilidad y confianza al sistema financiero, quitándonos las crisis de la espada de Damocles que continuamente tenemos. Pero, al mismo tiempo, decía que una modernización, reforma, o como lo querramos llamar, del mercado laboral, aún si saliera bien y generase empleo y se hiciese una manera que no destruyese empleo, sino lo mejorase, produciría efectos recién a seis u ocho meses, a un año, hasta que ese proceso entre en funcionamiento. Y que entonces no veía posibilidades de producir una recuperación de la economía en el sentido de estos dos trimestres que venimos de recesión. Cuénteme específicamente cómo es la situación del sector empresario, del cual usted es Secretario General del Vidrio.
CJ: Exactamente, convivimos con varias otras actividades. Digo, la construcción, la industria automotriz, la industria alimenticia, tenemos injerencia en varias de esas actividades y en la vida diaria de la población, de la construcción de un edificio hasta los autos, la industria medicinal, tenemos impacto en varios sectores. La realidad de nuestra actividad en nuestra industria no es ajena a lo que le está pasando al sector industrial argentino, una recesión muy profunda, una caída en las ventas que estamos muy preocupados porque no vemos el repunte de nuestra actividad. Pero por sobre todas las cosas está muy atado a las variables macroeconómicas y microeconómicas. Y el problema es que en el vocabulario de este gobierno no está la palabra industria, producción, desarrollo, competitividad y tampoco tienen los beneficios de poder generarle las condiciones para que los empresarios puedan pensar en sacarse la tremenda carga fiscal impositiva que tienen sobre sus espaldas. Porque muchas veces acá se está planteando que quieren hacer una reforma laboral regresiva para que las empresas sean más competitivas pero me parece que uno de los problemas que tiene hoy el empresariado argentino es la enorme carga impositiva que tienen las empresas.
JF: Hablaba al principio del cambio generacional que percibo en quienes conducen la CGT ¿cómo se ve distinto, desde sus ojos, a lo que usted imagina o lo que escucha de sus colegas de la generación anterior que eran los que conducían la CGT hasta hace muy poquito y siguen conduciendo gremios importantes como Camioneros? ¿Cómo se ve distinta la relación con el trabajo, con aquellos jóvenes que están en cada uno de los sindicatos que votaron por Milei y la problemática que hoy tienen los de su generación pero no tenían, por ejemplo, de la generación anterior, como en el caso de quien conduce Camioneros, cuando en los 90 la informalidad era el 30% y no el 50% como es hoy? ¿Cuál es la relación con el trabajo? ¿Qué distinta es su subjetividad a los de la generación anterior?
CJ: No cambió mucho el mundo del trabajo tal cual como lo conocíamos. Tiene una dinámica totalmente distinta con la llegada también de la tecnificación en los distintos sectores de los ámbitos laborales, la robotización, la inteligencia artificial. Hay muchas cosas que tuvieron un impacto favorable en la producción de las distintas actividades. Muchas veces con un desafío mayor en la cual uno tiene que ir preparando a todos esos compañeros y compañeras para que estos procesos tecnológicos los terminen integrando y no los terminen expulsando. Más allá de lo que nosotros entendemos que tenemos una herramienta estratégica integral, que son los convenios colectivos de trabajo y que sobre esa base se trabaja toda la formación, la capacitación de los nuevos puestos de trabajo, también entendemos que hay que construir y pensar cómo hacemos para que a todos aquellos trabajadores y trabajadoras que lamentablemente están en informalidad en la Argentina podamos construirle un escenario y las condiciones necesarias para que vuelvan a ser parte de un sistema formal. Es todo un desafío.
JF: ¿Y ahí sí usted cree que sería necesario una modernización del sistema laboral para poder absorber a toda esa cantidad de gente?
CJ: Es que nosotros no estamos en desacuerdo en que si hay algunos sectores que entienden que tienen la necesidad de modernizar y de aggiornar sus convenios, pero el sector del mundo del empresariado y los representantes de los trabajadores son los que mejor entienden e interpretan las necesidades de cada de cada actividad, me parece que sobre la base nosotros decimos, nosotros no tenemos ningún problema, si hay algún sector estratégico que tiene una demanda particular y si lo tiene que discutir se tendrá que discutir y se tendrá que aggiornar. Ahora, lo que nosotros no decímos como fue el caso de los petroleros por ejemplo en su momento los petroleros digo los casos de Smata, con Toyota, hay muchos casos.
La realidad que el convenio del año 75 como plantean muchas veces de la política para degradar a las instituciones sindicales es una falacia porque la mayoría de los convenios colectivos de trabajo están actualizados a la demanda de sus actividades y no son del año 75. Entonces nosotros lo que vemos que muchas veces quieren quieren que terminemos siendo la variable del ajuste de los errores de la política, ¿no? Cuando no le funcionan los procesos políticos enseguida le echamos la culpa a los trabajadores. No es que nosotros queremos queremos ser un obstáculo ni una máquina de impedir en el desarrollo de nuestro país. El problema que lo que nosotros estamos viendo que lo que plantea el gobierno o la expectativa que genera el gobierno de crecimiento no la estamos viendo en el impacto real de nuestra economía. Todos los días se cierra una empresa se perdieron 273.000 puestos de trabajo las modificaciones que hizo este gobierno en materia laboral no tuvieron un impacto real en la creación de nuevos puestos de trabajo sino todo lo contrario. Si no se genera un ámbito en el cual nos sentemos a discutir muy sinceramente concretamente y que el gobierno sea un actor pero no que interfiera en la discusión entre el capital y el trabajo, sino que genere un equilibrio, va a ser muy difícil. Nosotros también queremos tener más puestos de trabajo, queremos romper la barrera de los seis millones de trabajadores registrados en el sector privado, queremos que todos los trabajadores que están en la informalidad vuelvan a ser formales. Ahora también nosotros tenemos para aportar. No queremos que nos vengan a imponer o nos vengan a traer un proyecto arriba de la mesa ya redactado para discutir el punto y la coma.
JF: En su propia industria en el vidrio, no sé si por la complejidad, ¿es posible que haya pymes con trabajadores informales en su propia industria? ¿existe el trabajo informal junto con el formal?
CJ: Sí, claro que existe.
JF: ¿Y qué porcentaje le asigna del total que habría tantos trabajadores informales como formales un 30%?
CJ: No, la verdad es que no tengo, no te podría decir un número exacto porque existe lo que decís vos en las empresas muy chiquitas, de una o dos personas, que termina muchas veces un vidriero trabajando en un barrio, en algún lado, y no lo desconocemos. Pero nosotros queremos generar las condiciones para que esas empresas chiquitas puedan formalizarse, no solamente los trabajadores, sino que las empresas también para poder acceder a un crédito, para poder tener expectativa de crecimiento.
JF: Para poder pagar en negro hay que cobrar en negro. Entonces el punto central es que, si yo interpreto lo que usted dice, es que una eventual modernización laboral que permita que facilite incluir a esas personas que están en la informalidad requeriría también una reforma tributaria.
CJ: Es por eso que yo te planteaba: si nosotros no hacemos una reforma tributaria profunda ¿de qué reforma laboral? Si sabemos que en Argentina existe una economía negro hoy, sabemos que hay sectores que están completamente en la informalidad porque, como decís muy claro, si hay alguna persona que paga negro es porque sus productos lo termina vendiendo en un mercado en negro también.
DS CP