Debate por el lenguaje inclusivo: entre la discusión docente y el reclamo familiar
Soledad Acuña, ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, habló en un móvil de Modo Fontevecchia y destacó que no prohibieron el uso de este lenguaje, pero sí lo ordenaron. Las decisiones urgentes por los "problemas enormes en términos de aprendizaje". Mirá la entrevista completa.
Soledad Acuña ministro de educación de la ciudad de Buenos Aires |
Cedoc Perfil
Corina Paset (CP): ¿Por qué decidieron regular o eliminar el uso del lenguaje inclusivo?
Por los problemas enormes en términos de aprendizaje que dejó la cuarentena, el retroceso en prácticas del lenguaje, chicos que no pueden leer y escribir con fluidezni comprender lo que leen, tomamos decisiones urgentes. Esta es una más para quitar obstáculos en los procesos de enseñanza. Ese es el foco, no es prohibir el lenguaje inclusivo. La lengua española tiene muchos recursos y nos permite incluir y visibilizar sin necesidad de cambiar las convenciones que nos permiten entendernos cuando nos comunicamos.
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No estamos con tiempo de pensar en esos temas. Tenemos muchas preocupaciones después de la pandemia y la sociedad tampoco espera que estemos discutiendo esto ahora. Prefiero enfocarme en mejorar los aprendizajes en la Ciudad y recuperar el nivel que supimos tener.
Nuria Am (NA): Por el anuncio que hicieron sobre el lenguaje inclusivo, ¿encontraron resistencia de algunos sectores? ¿Qué pasó con los docentes?
Venimos trabajando mucho con los docentes y los equipos directivos en los aprendizajes. Pusimos el foco en lo que estamos haciendo como escuela para mejorar la enseñanza, qué tenemos que cambiar y qué más podemos hacer para recuperar lo que perdimos en los últimos dos años. Surge de las conversaciones para generar un marco de acuerdo sobre las convenciones de la lengua y que todos podamos cumplirla. Nace de las discusiones con los docentes, los directivos y el reclamo de muchas familias. En el diálogo con todos los actores educativos vamos tomando las decisiones.
Una de las cosas positivas que dejó la pandemia es que la sociedad mira y se ocupa mucho más de la educación. Antes también tomábamos medidas conflictivas pero la sociedad no estaba tan atenta a lo que pasaba. Las familias no demandaban tanto sobre calidad educativa. Cuando la escuela entró en nuestras casas todos empezamos a ver lo importante que era ocuparnos de la educación. Ahora todo toma otra relevancia. Las consecuencias urgentes de la cuarentena nos obligan a tomar estas decisiones.
No me gustan las palabras o referencias que llevan a la violencia. No usaría ese término. En la educación tenemos la oportunidad de acercar las partes de la grieta. La educación tiene que ser lo que logre la unión de los argentinos para pensar en un país distinto. El lugar de las oportunidades está en la escuela y las posibilidades de progreso como país se encuentran en la educación. Hay que poner el foco en los chicos, en el aprendizaje y en el desarrollo que podemos lograr.
