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MODO FONTEVECCHIA
Editorial de Jorge Fontevecchia

Día 280: ¿Aburre Milei?

Podríamos decir que anoche, en la cadena nacional donde se transmitió el discurso del Presidente en el Congreso, se apagaron masivamente los televisores de los argentinos, causando una baja del rating que demuestra que las repetitivas declaraciones de Javier Milei comienzan a cansar a su público. La gente está pidiendo algo nuevo.

Javier Milei en la presentación del Presupuesto 2025 ante el Congreso Nacional
Javier Milei en la presentación del Presupuesto 2025 ante el Congreso Nacional | NA

“Poca gente en el recinto del Congreso. Pocos espectadores televisivos. Peleas e insultos a los legisladores. Tendencia a la degeneración matemática y manipulación de los datos. Un repertorio, el que usó Milei, que es repetido. Y que quizás explique cómo pasó de los 60 puntos de rating con los que comenzó su gestión con el escaso margen de ayer. Quizás, la pérdida de la magia hable de un nuevo escenario político que va mucho más allá de lo que pueden medir las encuestas. El rating sería la suma de todas las encuestas, una especie de paso que anticipa una encuesta general”, analizó Jorge Fontevecchia en el editorial de  Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1), del lunes 16 de septiembre de 2024. 

En un hecho inédito, el presidente Javier Milei presentó él mismo el Presupuesto 2025 en el Congreso. Ante un auditorio semivacío y con niveles muy bajos de audiencia, el Presidente adelantó por cadena nacional cuáles son los objetivos de su gestión económica para el próximo año y masivamente fueron apagados los televisores de los argentinos.

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El Presidente suele recordar un consejo que le dio el periodista Mauro Viale cuando recién se asomaba a la televisión: la necesidad de producir rápidamente impacto, brindarle títulos a los periodistas, generar interés de entrada, como si fuera un anticipo de lo que iba a ser luego twitter e internet en general.

Javier Milei, antes de ocupar el lugar de centralidad en la política que lo llevó a la presidencia, se caracterizó por ser una novedad mediática, alguien que generaba rating y fascinación tanto en sus seguidores como sus detractores. Luego de este discurso, y de la sorprendente baja de rating que se produjo apenas comenzó, podemos preguntarnos: ¿empezó a aburrir Milei? Más allá de los momentos de agresión a los diputados peronistas que se encontraban presentes, como Germán Martínez, a quién acusó de no haber aprendido nada de una frase falsamente atribuída a Cicerón, Milei repitió los mismos argumentos, casi textualmente. 

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Un tuit de Real Time habla de la caída que midió este problema de rating que tuvo el discurso del Presidente. Allí menciona el rating de diversos canales, en los cuales se pueden incluir nuestros canales Net TV y Bravo TV, que siguieron la misma línea que El Trece, Canal 9, América y TVP, bajando el rating de manera muy importante. 

Tuit
Tuit de Real Time que informa la baja del rating durante la cadena nacional.

La sociedad del espectáculo que analizó Guy Debord tiene esa lógica: la necesidad de producir contenido nuevo todo el tiempo. El gran enemigo del espectáculo es el aburrimiento. Y el aburrimiento muchas veces es la suma de dos elementos: repetición de los mismos conceptos y que dichos conceptos no demuestren ser reales. Tal vez el problema del rating del discurso del Presidente es que Milei se quedó sin repertorio, repite el mismo discurso y tiene el mismo mantra, que es el déficit fiscal. Aparentemente, el público se cansó de escuchar una y otra vez palabras como estas. 

El discurso me remite a una frase de Freud sobre cuando alguien grita lo que no dice. El Presidente, como siempre, apuntó contra el Estado y se refirió al cepo: “Después de años donde la clase política vivió poniendo cepo a las libertades individuales, hoy venimos aquí a ponerle un cepo al Estado”.

Degenerado matemático 

Lo único importante en todo ese discurso es que no dijo qué va a hacer con el cepo del dólar. Habla del cepo al Estado pero no del cepo del dólar. Se puede inferir respecto de los cálculos que hace del dólar para el año próximo, que muchos de ellos son discutibles, pero no habla del verdadero cepo, que era lo que todo el mundo económico estaba esperando: en qué momento se sacaría el cepo y qué cálculo se hace respecto al aumento del dólar. 

Por otro lado, volvió a lo mismo de siempre y sostuvo que su gobierno hizo “el ajuste más grande de la historia de la humanidad”.

Nosotros ya nos hemos referido a la degeneración matemática que realiza el Presidente con sus números. Por ejemplo, hemos planteado que cuando hace ese cálculo que eleva el costo fiscal que tenía la nueva fórmula de actualización de las jubilaciones, lo llevaba a perpetuidad, primero a 30 años, y el 1% de algo se convertía en el 120% de algo. 

Aquí tenemos otro punto que es más fácil de comprender, cuando habla de los 15 puntos del PBI y que cada vez que hubo hiperinflación es porque se iba produciendo un déficit fiscal que, por ejemplo, para producir un estallido hace 40 años, el déficit fiscal tenía que ser mayor de 10 y luego incluso había estallido con déficit fiscal de 8. Es decir que cada vez más un déficit fiscal más bajo produce más riesgo de hiperinflación porque a Argentina cada vez se le creía menos. Además, él dice que asumió el Gobierno con un  déficit heredado de 15 puntos, algo que es falso. Asumieron el Gobierno con 5% de déficit fiscal y 10% de déficit cuasifiscal, que es casualmente el déficit que tiene el Banco Central por los intereses que pagaba de los pasivos remunerados, entre ellos, fundamentalmente las leliqs.

Cualquier contador marca que si hay inflación y uno paga intereses, la tasa de interés real es la diferencia entre la inflación y el interés. Entonces, si uno paga una tasa de interés del 8% mensual, y la inflación es 7%, la verdadera tasa real de interés es 1%. Es decir que ese 10% de déficit cuasifiscal, en realidad, era 1% de déficit. Entonces, no había 15% de déficit, sino 5% más 1%, que no deja de ser un déficit fiscal preocupante, pero cabe mencionar que en México, por ejemplo, donde fue reelecto con la mayoría más amplia de la historia el partido del último presidente Manuel López Obrador, tiene 4,5% de déficit fiscal, y la economía mexicana está en equilibrio. Es cierto que Argentina no puede darse esos lujos por las historias del pasado, pero no era cierto que Argentina estaba al borde de la hiperinflación. 

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En la baja del rating se plantean dos hipótesis: una que la gente está en contra del plan económico del Gobierno, o empezó a estarlo, como marcan algunas encuestas, y otra que no tiene que ver con un rechazo al plan, sino que ya está y empieza a aburrir repitiendo el mismo discurso, incluso con párrafos idénticos. La gente está pidiendo algo nuevo, que serían soluciones. 

Hay una frase que marcó el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, como crítica a Cristina Kirchner que hablaba de que el peronismo debe “cantar nuevas canciones”. Claramente Javier Milei tiene que cantar nuevas canciones para resultar atractivo.

Respecto del presupuesto en sí mismo, resulta increíble. Para que Argentina llegue a diciembre de este año con 104%, como planteó el Presidente, haría falta que la inflación de aquí a fin de año sea de 1,5% por mes. Para que sea el 18% como planteó para el año próximo, debería ser menos de 1,5% por mes. Paralelamente, sobre el crawling peg del 2% no hubo ningún anuncio, porque el proyectado del presupuesto que envió el Presidente tiene la misma devaluación del dólar para el 2025 que la misma inflación, 18,3% , lo que indicaría que el crawling peg, en algún momento del año próximo, bajaría, o que supone que levantaría el cepo cambiario y el dólar bajaría. Todas cuestiones de las que no habló. Ahora, la pregunta es si no mencionó estos temas porque ahí está lo importante y lo omite o porque ahí no está lo importante. Hay muchas personas que piensan que no le importa que se apruebe este presupuesto y hasta le vendría bien continuar con un presupuesto anterior. 

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Al mismo tiempo, todos los expertos en presupuestos saben que los gobiernos tienden a subestimar el ingreso para que luego haya partidas extraordinarias que pudieran ser más discrecionales. Es decir, siempre se subestima la inflación porque habiendo más inflación hay más recaudación, entonces es posible que el objetivo de colocar un objetivo de inflación muy inferior al real tenga también la finalidad de tipo fiscal que no tiene que ver con lo real. 

En líneas generales, desde el punto de vista económico, lo que vimos ayer no fue un planteo concreto de un presupuesto que hable sobre dónde se va gastar, qué decir del cepo o qué decir respecto de qué se va a hacer con otros impuestos, como las retenciones del campo. 

Histórico desplome del rating mientras Milei presentaba el Presupuesto 2025 

Sobre el final del discurso, el Presidente dijo una frase que se la atribuyó al legislador romano Marco Tulio Cicerón que dice: “El presupuesto debe equilibrarse, el tesoro debe ser aprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada y la ayuda a otros países debe eliminarse. Para que Roma no vaya a la bancarrota la gente debe aprender nuevamente a trabajar en lugar de vivir a costa del Estado”. 

Esta frase se le atribuyó a Cicerón por primera vez en 1965 en la novela La columna de hierro, de Taylor Caldwell, pero sin estar entrecomillada y luego un legislador de Estados Unidos la dijo citándola directamente como una frase de Cicerón. Sin embargo, no hay ningún registro histórico de que el legislador romano la haya dicho.

Por otra parte,  Cicerón era reconocido por ser un genial orador, que esgrimía argumentos basados en datos certeros y citando correctamente las palabras de otros filósofos, con una fuerte elocuencia y espontaneidad y escuchado por todos. Traerlo a colación en una falsa cita, leyendo el discurso y con una escasa audiencia, tanto en el recinto como en el rating de la cadena nacional es una especie de acto de autocomedia. 

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Según la Fundación Sonría, la definición de aburrimiento es la siguiente: El aburrimiento es un estado reactivo de la emoción que interpreta la condición de su ambiente como tedioso debido a los estímulos repetitivos, inexistentes o tediosos. El aburrimiento se deriva de la falta de cosas interesantes para ver, escuchar o hacer (física o intelectualmente) cuando se está en el estado de ánimo de «no querer no hacer nada o no tener ganas de no hacer algo».

Aburrimiento (latín: ab- prefijo «a partir de», horrere «horror») es la existencia desprovista de sentido, cuando ya no queda nada por perder, nada a qué temer.

Galería de fotos: Javier Milei presentó el Presupuesto 2025 en el Congreso 

Poca gente en el recinto del Congreso. Pocos espectadores televisivos. Peleas e insultos a los legisladores. Tendencia a la degeneración matemática y manipulación de los datos. Un repertorio, el que usó Milei, que es repetido. Y que quizás explique cómo pasó de los 60 puntos de rating con los que comenzó su gestión con el escaso margen de ayer. Quizás, la pérdida de la magia hable de un nuevo escenario político que va mucho más allá de lo que pueden medir las encuestas. El rating sería la suma de todas las encuestas, una especie de paso que anticipa una encuesta general. 

Producción de texto e imágenes: Daniel Capalbo, Pablo Helman y Matías Rodríguez Ghrimoldi.

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