Tras su polémica puteada a Mauricio Macri, Diego Guelar aseguró que “fueron exactamente cinco segundos, pero fue la expresión de mucha gente que no tiene la posibilidad de expresarlo”. El abogado y diplomático se prepara ahora para competir con Patricia Bullrich en la Ciudad de Buenos Aires, en lo que califica como “una especie de epílogo perfecto de la historia de la Argentina” sabiendo que ambos comenzaron en Montoneros. Sobre su campaña, afirma que “gracias a que usé una puteada, logré que mi idea se transmita; si no lo hubiera hecho, no me hubiera dado bola a nadie”, dijo en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio JAI (FM 96.3).
Diego Guelar es abogado y diplomático. Fue embajador argentino en la República Popular China en 2015, en Estados Unidos en 2002, en Brasil en 1997, y ante la Unión Europea en 1989. Además, fue diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en 1983, director periodístico del diario La Razón y docente de la Universidad de Buenos Aires. Acaba de anunciar su candidatura a senador nacional por la ciudad de Buenos Aires, por UCeDe.
Nos sorprendiste a todos el otro día con tu puteada clarísima. Me gustaría hacer de psicólogo y tratar de decir: es como el eterno retorno de lo reprimido. Volvió el Diego Guelar montonero de siempre.
Es mi cuota de puteada de los últimos 30 años, te diría, y de los próximos 30 años si logro sobrevivir tanto tiempo. Fueron exactamente cinco segundos, pero fue la expresión, creo, de mucha gente que no tiene la posibilidad de expresarlo. Yo creo que fue un enorme error el terminar no confluyendo o armando un gobierno, sino sencillamente perdiendo la identidad del PRO, yo pese a haber sido siempre muy disruptivo como persona, he pasado 30 años de mi vida en el peronismo y 20 en el PRO.
Creo que no es un fin de fiesta, porque yo creo que el centro de derecha liberal se va a reorganizar. Es un espacio político muy importante en la Argentina y muy necesario para que este rumbo se consolide. Yo creo en el rumbo que se inicia el 10 de diciembre del 2023. Pero soy un oficialista no libertario; no coincido con el ideario libertario y creo que le faltan unas cuantas patas a este rumbo como para poder consolidarse.
Esteban Bullrich se plantó y rechazó el acuerdo del PRO con La Libertad Avanza
La cuestión no es, en el fondo, de la opinión, porque, bueno, mucha gente piensa exactamente como vos y mucha gente del PRO piensa como vos. Acá lo que estamos discutiendo es la forma, y muchas veces, como en esta época postmoderna, la forma es el fondo. Es decir, vos podrías haber dicho esto mismo que estás diciéndome ahora a mí sin decir “reverendo hijo de hdp”. Entonces, yo lo que quiero poner foco es cuánto del tono altisonante es carácter de época, cuánto es el eterno retorno de lo reprimido, algo que se venía aguantando y, como decía Freud, la pulsión se acumula como en una represa y después descarga cuando se abren las compuertas. ¿Por qué te salió así? ¿Y qué crees que significa como síntoma de época que lo hayas expresado así?
Entiendo lo que decís, pero yo creo que hay un síntoma de época, pero no es lo que expresan esos cinco segundos de furia, porque no es lo que caracteriza mi mensaje. Te aclaro que estos 17 meses del gobierno del presidente de Milei he venido reiterando este mensaje en forma constante. Sin embargo, curiosamente, ahí tenés el signo de época por haber recurrido a estos cinco segundos de descontrol; la cobertura que he tenido toda esta semana para expresar esto es lo que a mí me importa. Y lo que realmente le doy valor es la necesidad de constituir un gobierno multicolor, que no sea solo violeta, que es lo que consiente finalmente Mauricio Macri. Y yo creo que esto es un enorme error, porque no hay un modelo posible de consolidación en un gobierno monocolor, que expresa que el poder lo detenta un trío de hierro: el presidente, la hermana y un asesor. Eso es un modelo por el cual nunca vamos a bajar el riesgo país. No tiene consolidación institucional. Es muy grave esa propuesta.
Vos caíste en un programa semántico.
En eso vos sabés lo bien que me siento dialogando en privado o en público con vos, que son diálogos muy parecidos. Hablamos en términos diferentes. Y me parece muy importante lo que vos decís: hay un síntoma de época efectivamente, en el cual, por el algoritmo ocurren estas distorsiones, y aquello que yo llamo el ruidómetro, más que los contenidos, marca los ruidos. Creo que hay un símbolo, hay un signo de época. Está ocurriendo en todo el mundo. Lo vemos en Europa, lo vemos en Brasil, lo vemos en Estados Unidos. Hay un síntoma que no me gusta. Yo no me siento cómodo, por eso te hice referencia a que creo que, en muchos años que nos conocemos, décadas, no creo que puedas identificar muchas puteadas de mi parte.
Al contrario, un dandi que hace gala de la elegancia. Bueno, expresado ya lo semántico: la puteada es una herramienta para hacer que el contenido verdadero que viene detrás se le preste atención, y gracias a esa herramienta, que sí es un síntoma de época, lograste instalar una idea que de otra manera no hubiera tenido el nivel de atención que tiene.
La insoportable levedad del PRO
Claudio Mardones: Quería preguntarle sobre dos mujeres, porque en un aspecto usted se enfocó en Mauricio Macri, dijo algo que quizás algunos otros integrantes del PRO también piensan y no lo dicen. Pero usted no es el único que está cuestionando la orientación actual del PRO; también lo ha hecho María Eugenia Vidal, la exgobernadora. ¿Por qué también la critica a María Eugenia Vidal? No la insultó, hay que decirlo, pero también la puso como destinataria de las críticas.
Porque ella es riñón de lo que yo llamo la cabina telefónica, un muy pequeño núcleo donde el presidente Macri ha quedado encerrado y donde se procesó toda esta política, a mi juicio, equivocada. Ella vino sustentando esta política de aislamiento del PRO.De no diferenciar al PRO, efectivamente, de La Libertad Avanza. Yo creo que era muy importante, y yo concuerdo en la necesidad del apoyo. Sin el PRO no hubiera habido gobernabilidad en la Argentina. Así que en eso estoy totalmente de acuerdo.
Ahora, una cosa es el apoyo a un programa económico muy difícil, con limitaciones muy grandes por lo heredado, y cuyos resultados, por supuesto, distan de lo que todos esperamos, pero no hay milagros y nos va a llevar muchos años reconstruir una Argentina tan destruida como la que tenemos. Pero en ese contexto, en la tarea de diferenciar al PRO, no ocurrió en estos 17 meses. Yo lo vengo marcando en artículos, en presencia pública, en charlas directas con el propio Mauricio Macri, con Jorge Macri, diciendo: “Miren que vamos por mal camino.”
¿Y Vidal siempre convalidó ese análisisel de los primos Macri?
Totalmente. En el caso de María Eugenia Vidal, sin lugar a duda, ella estaba en el riñón y participó, tanto que dijo que no estoy de acuerdo después de haber participado. Y cuando le preguntan a María Eugenia en público: “¿Qué es lo que va a votar?”. Va a votar Violeta. Es decir, realmente lo que está haciendo es, desde un punto de vista más benigno, apoyar exactamente la misma decisión que se tomó. Uno puede decir que, por disciplina partidaria… no, no, no, acá no hay una cuestión de disciplina partidaria. Yo creo que esto es gravísimo. Lo ocurrido pone en peligro la propia existencia del PRO. No sé si se va a poder rescatar siquiera el nombre. Hoy hay una gran dispersión. Hay muchísimos cuadros políticos en todo el país que adhieren al Centro Derecha Liberal.
Yo trabajé 10 años como secretario de relaciones internacionales del PRO y en la vinculación por la cual hoy el PRO todavía es el partido correspondiente del CDU alemán, el partido que está en el gobierno en Alemania; del Partido Popular español, que va a estar en el gobierno muy pronto, seguramente el mayor partido de oposición al PSOE en España y de todo el Partido Popular europeo. Esto es una vinculación muy importante, un cuadro muy importante del PRO: dos veces diputado Juliano Viglio, preside por el PRO la UPLA, que es la Unión de Partidos Latinoamericanos, que son 31 partidos latinoamericanos de centro derecha liberal.
CM: Le iba a preguntar sobre dos mujeres; en un caso, sobre María Eugenia Vidal. ¿Usted ya confirma que va a ser candidato a senador por la UCD? Se viene una contienda en la ciudad de Buenos Aires, donde su principal competidora va a ser Patricia Bullrich. ¿Para qué campaña se prepara?
Yo creo que, primer dato, respeto muchísimo a Patricia; es una militante muy importante. Venimos del mismo lugar, hemos recorrido muchos años en grandes coincidencias y tenemos algunas diferencias. Ahora, yo creo que lo que caracteriza este debate no es el debate con el pasado. A mí no me cae la menor duda que ni Patricia ni yo tenemos mucho para discutir con Mariano Recalde, el presidente de La Cámpora, cuya única consigna es por la libertad de Cristina, por sacarle la tobillera a Cristina y esperar que todo esto salga muy mal, con el sueño de que el pasado vuelva. Creo que no va a volver el pasado; el gran debate en la Argentina sobre el presente y el futuro son datos que son más que matices, son elementos muy importantes que tienen que ver con cómo se consolida este rumbo.
Yo creo que La Libertad Avanza solo no alcanza de ninguna forma. Patricia hoy, obviamente, es una abanderada de La Libertad Avanza y de un proyecto de partido hegemónico y liderazgo mesiánico. Yo algo de historia conozco y soy profesor universitario. Miremos la historia: los partidos hegemónicos y los liderazgos mesiánicos fueron la característica de la primera mitad del siglo XX. Ya en la segunda mitad del siglo XX desaparecieron. Hoy hay un revival que tiene mucho más que ver con el pasado que con el futuro, que con estas ideas de hegemonías partidarias y liderazgos mesiánicos. Yo creo que eso no sirve, no le sirve a la Argentina.
Y lo que vengo proponiendo, y voy a insistir en esta campaña, es que inevitablemente el presidente Milei, para consolidar el rumbo que él mismo lanzó, tiene que presidir un gobierno de coalición. Cuando yo pienso en un gobierno de coaliciones, en una mesa que preside el presidente, donde esté el propio Mauricio Macri, si sobrevive a esta tormenta, pero también Miguel Ángel Pichetto, Schiareti, este grito desesperado con la ñata contra el vidrio de cinco gobernadores que van a ser más en el futuro próximo, que están reclamando el eje federal, no son ni kirchneristas ni opositores, están planteando fortalecer el diálogo. Esto es lo que creo que está faltando en el rumbo: el nivel de consenso, de unidad nacional, de construcción colectiva, y no el sueño del poder absoluto y de la Argentina pintada de violeta. El único color que nos unifica a los argentinos es la celeste y blanca. Ese es el único color con el que nos pintamos todos. El resto es multicolor y yo creo que consolidar el rumbo es pluralidad democrática. Ese va a ser el debate central y va a ser, justamente, con Patricia.
Para cerrar, a ver si seguimos en el planteo semántico: si hubiera un analista, consejero, publicista, tendría que decir que la campaña de Diego Guelar es "yo soy del PRO".
Sin lugar a dudas, hoy, aquel que coincida con lo que fue el ideario de 20 años del PRO con un rumbo que se perdió en lo electoral.
Después, una paradoja para analizar en profundidad en otro reportaje: los dos, Patricia Bullrich y vos, que van a competir uno por La Libertad Avanza y el otro por lo que representa Letos del PRO, los dos comenzaron de Montoneros. Parece que es una especie de epílogo perfecto de la historia de la Argentina. Te lo propongo así: próximo reportaje, tema, título: ¿Qué significa en la historia de la Argentina que quienes compiten por la centroderecha y la derecha en la capital del país, el lugar podríamos decir más emblemático de la Argentina, los dos hayan tenido origen en Montoneros?
Te agrego en cinco segundos: Montoneros, Peronismo y el PRO. Patricia fue mi presidenta hasta hace muy poquito tiempo en el PRO y fue candidata presidencial, y yo voté en segunda vuelta a Javier Milei. Así que mirá qué debate curioso se va a producir.